Por׃
Manuel
Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Últimamente
han aparecido en las paredes de la capital cubana grafitis que llaman
al linchamiento de los negros.
Dicen
las pintadas: “Abajo los negros, mueran los negros” y
otras barbaridades por el estilo, provenientes de mentes racistas que
siembran en personas el miedo y el odio al negro, sin conocerse a
fondo qué fin persiguen.
Me
niego a creer que alguna tendencia racista desde el exterior incite
estas vandálicas acciones.
Estos
grafitis desmienten la afirmación oficial de que el racismo se acabó
en Cuba y dan testimonio de que hoy como ayer, sigue siendo un
fenómeno vigente y recurrente, que obligatoriamente debe ser
abiertamente discutido por toda la población para conocer donde
están las fallas para que conductas tan detestables tengan hoy esos
visos de odio.
El
análisis debe comenzar desde adentro. Principalmente se debe
cuestionar a aquellos sectores que de manera oficial, han tratado de
ponerle fin al racismo y que lo único que han logrado es exacerbar
las prácticas racistas como las que ocurren ahora mismo en el país,
principalmente en la capital.
“Al
plantear la situación en mi circunscripción, el delegado me dijo
que sí, pero que no debemos darle mucha divulgación al asunto”,
me
dijo Gisela Arandia, una de las promotoras del proyecto Articulación
Regional Afrodescendiente Para América y el Caribe (ARAAC) y
presidenta de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de América.
“La
situación es preocupante y no sé qué va a pasar con esto”, me
dijo Gisela, mientras compartíamos una merienda en los jardines de
la UNEAC.
Desde
1912, cuando alrededor de siete mil negros y mulatos fueron
masacrados luego del alzamiento provocado por la ilegalización en
virtud de la Ley Morúa del Partido Independiente de Color (PIC), en
Cuba no se puede hablar de un visceral racismo que implique la
eliminación física de negros.
Las
pintadas en varios puntos de la capital cubana, deben llamar
seriamente la atención del gobierno. Se necesita con urgencia una
ley que penalice tales acciones, divisorias y nocivas para la
sociedad.
La
Constitución no basta. Se necesita la fuerza de la razón, generar
ideas para atajar el mal antes que sea demasiado tarde.
No
estamos en 1912. Las negras y negros cubanos no se dejarán humillar.
ciudadanos nacidos libres y sin deuda alguna con la historia.
mal26755@gmail.com
Celular׃
53601217
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