miércoles, 25 de noviembre de 2009

CUBA, EL NEGRO Y LA TIERRA

MANUEL AGUIRRE LACVARRERE
(MACKANDAL)
La base fundamental de las ganancias del régimen cubano lo constituye, ahora como antes la opresión de su población negra y mestiza. En los años inmediatos al triunfo revolucionario el afrocubano gozó de algunas ventajas, y como los afroamericanos luchó por la propiedad de la tierra y su derecho al voto estando presente siempre en las luchas contra toda forma de discriminación.
Pero el triunfo de enero de 1959 quedó trunco en sus postulados al no otorgarle al negro, la clase más vulnerada y desposeída históricamente, la propiedad de una tierra que había trabajado como nadie desde el momento en que arribó a las costas cubanas en condición de esclavo. Quince años estuvo Martín Morúa Delgado luchando a brazo partido en el Senado de la Nación para lograr, sin resultado alguno, el otorgamiento de tierra en arrendamiento a los negros y así aminorar en algo la desigualdad económica y social a la que se le mantenía inmerso. Cincuenta años lleva el actual régimen cubano en el poder y el negro sigue sin ser propietario de nada. Ello muestra la negativa viviente del sistema al no querer aceptar una auténtica liberación de su población afrocubana. Las estrategias urdidas por los gobernantes y colonos de la época contra los negros en la Conspiración de la Escalera fue para frenar el auge que este grupo étnico venía adquiriendo y quitarles los bienes que muchos ya poseían y así mantenerlos subyugados, a merced de la limosna y el olvido, algo que no cambia mucho la actual situación en la que se encuentra el negro en Cuba.
Llevar a cabo un serio conteo y el por ciento de los que hoy están recibiendo las parcelas que se otorgan a particulares es arduamente difícil y complicado. Pero un paneo a vuelo de pájaro demostraría la verdad imbatible en cuanto a una realidad del ahora y con la revolución.
Criticar, decía Martí, no es morder. Criticar es señalar con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella. Y en cuanto al atraso del negro cubano, a su estancamiento como ser pensante y núcleo fundamental del componente poblacional cubano, la sombra es el régimen mismo debido a su inmovilidad en cuanto al bienestar de la clase más preterida y la constante violación de sus derechos fundamentales, visto ya desde su pesadumbre para ratificar los Pactos políticos, sociales y culturales con los que se comprometió en el año 2008.
La tragedia psicológica y social del negro en Cuba lo lleva sin remedio a la alteración de un orden oficial que no concatena con sus aspiraciones de inclusión y progreso, algo que hubiera sido muy distinto si el 17 de mayo de 1959 cuando se proclamó la Ley de Reforma Agraria, al afrocubano se hubiera tenido en cuenta. Hoy, con el otorgamiento de tierras a particulares tiene el régimen la oportunidad de revertir esa injusticia.

NACIONALISMO Y ABUSO EN CUBA

MANUEL AGUIRRE LAVARRERE
(Mackandal)
Racismo Es la doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior, explica el Diccionario de la Real Academia Española, y esto, por supuesto, basándose también en ciertos caracteres biológicos de la persona humana. Pero esta aseveración más que teoría sostenida es ya una acuñada doctrina, que aunque no tenga ninguna base científica que lo justifique, la afirmación de superioridad racial está implícita en el hombre como su sangre misma. Por ello son las injusticias que tal hecho acarrea en el cabal cumplimiento de los derechos humanos.
Este concepto de superioridad racial lo sufre el negro en Cuba, ramificado en un nacionalismo irracional y bullanguero que desorienta la praxis de la solución al racismo. Y en este sentido, el profesor en Ciencias Políticas, Ivo Duchacek, señala que el nacionalismo divide a la humanidad en unidades mutuamente intolerantes. En consecuencia el hombre piensa primero como norteamericano, ruso, chino, egipcio o peruano, y en segundo lugar, si acaso, como ser humano, señala el eminente académico en su libro “Conflicto y colaboración entre naciones”.
Muchas de las colaboraciones que brinda el régimen cubano a otros países, si bien llevan parte de humanismo, también demuestran un por ciento mayor de interés creado al estar apoyado en el deterioro de la vida nacional. “Muchísimos de los problemas que arrostramos hoy día”, dijo un ex secretario de Naciones Unidas, son el resultado de actitudes equivocadas, algunas de ellas adoptadas casi inconscientemente. Entre estas se halla el concepto de nacionalismo irracional: “Mi patria, tenga razón o no” .Este concepto de nacionalismo irracional juega un papel de primerísimo orden en cuanto al ser humano y su color de piel en Cuba, algo que expongo a continuación para un mental y meticuloso análisis: Juan Carlos González Marcos, más conocido por Pánfilo fue llevado a prisión con una condena de dos años por decir frente a una cámara de vídeo que en Cuba lo que hace falta es comida. Los defenestrados ministros y altos funcionarios del régimen, cuyo accionar político le ha costado a Cuba y a su pueblo la bochornosa experiencia de no saber siquiera quienes nos dirigen, si bien fueron separados de sus cargos, ninguno hasta la fecha a sido llevado a prisión, cuando se sabe que en algunos casos estuvieron en contubernio con extranjeros que le sacaron millones de dólares al país que muere de hambre y desesperación. La responsabilidad de estos funcionarios y sus delitos son mayores y mucho más grave que decir que se tiene hambre y hace falta comida. Pero de ellos uno solo es negro, los demás gozan de la ventaja de ser blancos. Pánfilo, como también Joel Lázaro Carbonell son negros humildes, sin derecho a la justicia ni a un análisis racional al margen de la coloración de la piel y el nacionalismo irracional.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

LA DIGNIDAD DEL NEGRO
MANUEL AGUIRRE LAVARRERE
(MACKANDAL)
Si nos atenemos concretamente al concepto del vocablo dignidad, encontraremos que el mismo no es algo que nos viene dado por ningún gobierno ni partido político, no es dádiva de ideología ni religión alguna. En Cuba, con el ajetreo de la doctrina marxista y del tanto repetirse en aras de unificarla y hacerla propio de algo dado por el régimen muchas veces se hace creíble el concepto casi generalizado de que gracias a él hemos adquirido dignidad, cuando ella es algo que viene dado al ser humano desde el momento mismo en que viene al mundo, y quizá desde su formación fetal. La dignidad es un don inherente al hombre que para los creyentes es dada por Dios.
Al negro en Cuba se le ha hecho creer este concepto en concordancia con los interese del sistema político cubano, es decir el afrocubano es digno gracias a la revolución que lo ha hecho hombre al equipararlo con el resto de la nación cubana, algo bien visible en algunas opiniones al uso que generalmente dan los blancos en cuanto al status como ser social del negro en Cuba y de ello se pueden escuchar frases como que nunca el negro fue nada y que gracias a la revolución es alguien, o esta que dice que todo lo que tiene el negro se lo debe a l revolución. Y en este todo entra a jugar fundamentalmente el concepto dignidad. Es decir, el negro es digno gracias a la revolución que lo sacó del marginalismo y la explotación. En el marginalismo continúa el mayor por ciento del negro en Cuba y la explotación es algo que permea a toda la sociedad, sólo que si antes de 1959 era la explotación del hombre por el hombre, hoy es el régimen quien explota al hombre sin que haya siquiera el mínimo estímulo a su maltrecha existencia.La falta de un verdadero programa de estudio con respecto a la verdadera historia del negro en Cuba y de lo que éste ha aportado al surgimiento y composición de la nación cubana la hace una verdad histórica llena de mentiras; a la vez que hace que este segmento de la sociedad, sienta y se sienta culpable del atropello, y crea a ojos cerrados la falacia del perenne agradecimiento al sistema, y lo hace increíble, indigno del color que dio luz y honra a la nación cubana.