lunes, 30 de mayo de 2016

Una preocupante y bochornosa situación,


Por׃ Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Últimamente han aparecido en las paredes de la capital cubana grafitis que llaman al linchamiento de los negros.
Dicen las pintadas: “Abajo los negros, mueran los negros” y otras barbaridades por el estilo, provenientes de mentes racistas que siembran en personas el miedo y el odio al negro, sin conocerse a fondo qué fin persiguen.
Me niego a creer que alguna tendencia racista desde el exterior incite estas vandálicas acciones.
Estos grafitis desmienten la afirmación oficial de que el racismo se acabó en Cuba y dan testimonio de que hoy como ayer, sigue siendo un fenómeno vigente y recurrente, que obligatoriamente debe ser abiertamente discutido por toda la población para conocer donde están las fallas para que conductas tan detestables tengan hoy esos visos de odio.
El análisis debe comenzar desde adentro. Principalmente se debe cuestionar a aquellos sectores que de manera oficial, han tratado de ponerle fin al racismo y que lo único que han logrado es exacerbar las prácticas racistas como las que ocurren ahora mismo en el país, principalmente en la capital.
Al plantear la situación en mi circunscripción, el delegado me dijo que sí, pero que no debemos darle mucha divulgación al asunto”, me dijo Gisela Arandia, una de las promotoras del proyecto Articulación Regional Afrodescendiente Para América y el Caribe (ARAAC) y presidenta de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de América.
La situación es preocupante y no sé qué va a pasar con esto”, me dijo Gisela, mientras compartíamos una merienda en los jardines de la UNEAC.
Desde 1912, cuando alrededor de siete mil negros y mulatos fueron masacrados luego del alzamiento provocado por la ilegalización en virtud de la Ley Morúa del Partido Independiente de Color (PIC), en Cuba no se puede hablar de un visceral racismo que implique la eliminación física de negros.
Las pintadas en varios puntos de la capital cubana, deben llamar seriamente la atención del gobierno. Se necesita con urgencia una ley que penalice tales acciones, divisorias y nocivas para la sociedad.
La Constitución no basta. Se necesita la fuerza de la razón, generar ideas para atajar el mal antes que sea demasiado tarde.
No estamos en 1912. Las negras y negros cubanos no se dejarán humillar. ciudadanos nacidos libres y sin deuda alguna con la historia.
mal26755@gmail.com
Celular׃ 53601217

lunes, 23 de mayo de 2016

El congreso antes y el negro después,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)

El Séptimo Congreso de los comunistas cubanos, que optó una vez más por el continuismo y el miedo al cambio, contó con la visita inesperada de Fidel Castro. Salido de Punto Cero, hizo presencia en el acto para darle agua al dominó, cerciorarse por sí mismo de que todo marchaba a pedir de su boca y aguarle la fiesta a quien se atreviera a proponer algo diferente a los acuerdos tomados o contradecir alguno de los puntos acordados.
Siempre es así. El comportamiento excéntrico del Comandante impide que sea ignorado bajo ninguna circunstancia. El hombre de Birán respira todavía lo suficiente para escuchar que es aplaudido hasta la saciedad porque eso le gusta desde que era un estudiante de la Facultad de Derecho en la Universidad de la Habana, donde armó más de una pataleta.
De aquellas pataletas y revueltas una de las más sonada fue la lucha contra el racismo que dirigiera el entonces estudiante también de derecho y su amigo Juan René Betancourt, quien luego del triunfo de la revolución, tras alguna que otra discusión con el emergente Líder, se fue al exilio al ver que todo seguía como al principio para los afrodescendientes.
Salvo algún que otro discurso donde Fidel Castro abordó el tema racial, alusiones que sumadas no pasan de cinco minutos en todo el tiempo que estuvo al frente del gobierno, y las dos veces en que Raúl Castro como presidente ha abordado la cuestión, ningún otro dirigente comunista se ha dignado siquiera mencionar la discriminación racial.
Miguel Barnet y Abel Prieto, asesor del presidente, presidieron una comisión que estuvo integrada por tres personas sin llegar a nada concreto y sin que ningún otro dirigente dé solución o por lo menos dé esperanza a negros y mulatos.
Si la patria es algo que se asume voluntariamente, la nación es un proceso de construcción social y político y son sus ciudadanos los protagonistas y responsables de que sea construida o no se llegue a ella.
Negros y mulatos, que son parte del problema, no forman parte de la solución. He ahí el primer desacierto en la solución de una cuestión tan importante para el país si aspira de veras llegar a ser nación, porque aun no lo es y por el camino que lleva, jamás estos dirigentes actuales coronarán a la patria con esa gloria.
La indiferencia política en abordar el tema racial es un fenómeno que se sufre a diario y los afrocubanos saben que no tendrá solución mientras no se permita en el Parlamento una bancada de parlamentarios independientes que luchen contra el racismo, que presionen y señalen la importancia que tiene para Cuba la eliminación del racismo.
Desde la sociedad civil, un grupo de ciudadanos, sensibles y patriotas, nos reunimos para debatir democráticamente el tema y hacer llegar al más alto nivel del gobierno una serie de propuestas que pueden ayudar, sin duda a la neutralización de las prácticas racistas y las manifestaciones de rechazo al otro. No creemos que nos tomen en cuenta. El gobierno solo hace caso a quienes los adulan y toma a los que lo contrarían como mercenarios, apátridas, gente sin nivel, anexionistas, presidiarios y oportunistas pagados por potencias extranjeras para desacreditar al país
donde nacieron.
En este grupo, ninguno de los reunidos cabe en esas descalificaciones. Somos hombres y mujeres con honor y sentido de pertenencia, que a pesar de las palizas y los maltratos, los encarcelamientos y las detenciones arbitrarias, hemos elaborado un documento para hacerlo llegar a las manos del presidente de la República. Sirvan estas propuestas para el bienestar común y saneamiento social de la Patria.
mal26755@gmail.com
En la foto aparece la Dirección Universitaria de Lucha contra el Racismo, integrada por el Dr. Fidel Castro Ruz, el Dr. Juan René Betancourt Bencomo, Presidente de aquel Comité, el Comandante Calixto Morales, que fue , Presidenta de la sección femenina, el Dr. Aramís Taboada, quien fuera en aquel momento presidente de la Escuela de Derecho, el Dr. Isidro Sosa, conocido líder agrario, el Dr. Rolando Valdés Marín. También aparecen Sergio Lauret, la Dra. Martha Berrayarra, y otros miembros de aquel movimiento.

La verdad sobre Martí y el Partido Revolucionario Cubano,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Como humanista y respetuoso de los derechos civiles, y políticos de los ciudadanos, Martí concedió una importancia fundamental a los partidos para el ejercicio de las libertades.
Al referirse a la Constitución los Estados Unidos, país donde vivió la mayor parte de su exilio y donde fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892, expresó el Apóstol: “Yo esculpiría en pórfido las estatuas de los hombres maravillosos que fraguaron la Constitución de los Estados Unidos de América, los esculpiría firmando su obra enorme en un grupo de pórfidos. Abriría un camino sagrado de baldosas de mármol sin pulir hasta el templo de mármol blanco que los cobijase y cada cierto número de años establecería una semana de peregrinación nacional en otoño, que es la estación de la madurez y la hermosura para que envueltas las cabezas reverentes en las nubes de humo oloroso de las hojas secas, fueran a besar la mano de piedra de los patriarcas, los hombres, las mujeres y los niños.”
La formación de partidos políticos fue lo que dio lugar a la creación de una Constitución que todavía sorprende al mundo.
Martí era un hombre y es lógico que no pudiera formar más que un solo partido. Pero eso no quiere decir que impidiera que otros cubanos con visiones políticas diferentes formaran alianzas que devinieran en otros partidos políticos.
La ambición de poder y el totalitarismo de la revolución castrista no solo traicionó la tradición partidista cubana y el legado martiano, sino que también hizo que se traicionara a sí misma.
Martí fue un ideólogo plural, lo que más le interesaba era el bien común y no el de las élites. El partido fundado por él tuvo como principal propósito servir al pueblo y no servirse del pueblo. Tuvo como propósito acatar las demandas populares y no que el pueblo acatara a su partido.
Como si avizorara el secuestro de la patria por el comunismo, idolología que rechazó de cuajo, Martí advirtió: “La futura esclavitud es el socialismo.”
Pero no es el castrismo el único causante de las villanías contra el pensamiento y legado de José Martí y sus ideales consagrados a la suma total de las libertades. Este régimen ha contado con historiadores y analistas que, unos por estar muertos y otros por irrelevantes, no vale la pena siquiera mencionar, aunque se acojan al derecho de réplica que de seguro les será concedido.
Hacer creer que Martí era comunista y apoyaría sin vacilación al castrismo, es, más que un infame engaño, una villanía, que los amantes de la historia sin mentiras y los que tienen sentido de pertenencia y sentimientos patrios no pueden dejar pasar sin levantar su voz en señal de protesta.
A la muerte de Marx, escribió Martí: “Carlos Marx ha muerto. Por haber defendido a los pobres merece honor. Pero no hace bien quien echa unos hombres sobre otros”.
Eso de echar a unos hombres sobre otros ha sido una práctica constante del castrismo.
Al no existir en Cuba otro partido que no sea el comunista, en una sociedad donde se prioriza el papel del gobierno por encima del individuo, tiene que crear estos enfrentamientos. No son capaces de disputar el poder en las urnas civilizadamente. Son incapaces de llegar al poder por medios pacíficos. Usan la fuerza bruta y la confusión para neutralizar iniciativas democráticas.
Cuba debe ser libre de España y de los Estados Unidos”, dijo Martí. Ese anhelo ha sido ´cumplido. .Ahora Cuba debe ser libre del totalitarismo y la dictadura. En eso anda la oposición cubana, para darle al Apóstol el alegrón de una democracia incluyente y participativa, donde no sea como ahora, con todos y para el bien de algunos, sino verdaderamente con todos y para el bien de todos.
mal26755@mail.com

Recordar el pasado,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
No hay en verdad espectáculo más repugnante que el de los talentos serviles, José Martí
Una serie de artículos publicados en el rotativo Granma y otros medios informativos rigurosamente controlados por el régimen cubano, unos mandando y otros mandados, bueyes cornetas y negros tíos Tom, se han dado a la tarea de censurar el discurso del presidente estadounidense Barack Obama en el Gran Teatro “Alicia Alonso” de La Habana.
Tratan de encontrar faltas donde hubo transparencia y sinceridad. Fue uno de los mejores discursos de un presidente norteamericano en muchos años, y aunque el teatro estuvo lleno de partidarios del régimen y no de integrantes de la real sociedad civil, arrancó aplausos y sembró esperanza.
De todos estos artículos mal intencionados y esclavizantes, el único que valdría la pena analizar es el de Fidel Castro, publicado en el órgano partidista Granma bajo el título “El hermano Obama”.
Y vale la pena, tanto por su bien articulada prosa como por su desacertado argumento.
En un momento en que la mayoría del pueblo cubano vive una profunda crisis económica y espiritual y trata de olvidar los momentos traumáticos que ha vivido, cuando manifiesta abiertamente su voluntad de estrechar relaciones con el pueblo y el gobierno norteamericano, aparece, como por arte de magia, el artículo del comandante intentando dar un viraje brutal a todo lo logrado hasta hoy entre ambos gobiernos.
Para hablar del pasado hay que hacerlo de forma justa, transparente y sin ventajismo. Hay que hablar a camisa quitada.
Hay que recordar los miles de muertos que causó el castrismo a numerosos pueblos hermanos con las guerrillas que armó y entrenó.
Hay que recordar que no fue el gobierno de Estados Unidos quien creó las UMAP, que fueron unos verdaderos campos de concentración.
Hay que recordar lo que ocurrió el seis de julio de 1980, en el río Canímar, en Matanzas, cuando por una orden diabólica, por evitar una salida ilegal del país, protagonizada por dos reclutas que a punta de pistola intentaron desviar un barco, fueron masacradas decenas de personas, incluidos niños.
Hay que recordar a las víctimas del remolcador 13 de marzo, que aun piden justicia.
Hay que recordar los fusilamientos, los encarcelados por razones políticas, los religiosos apaleados en la puerta de los templos, la prohibición de prácticas religiosas de origen africano y los juicios a babalaos y santeros, los bombardeos de piedras, huevos y patadas a los que en 1980 optaron por irse del país en busca de mejores horizontes.
La revolución tuvo un momento plausible en la lucha contra el racismo. Pero que se haya eliminado, no es cierto: el racismo sigue presente en la sociedad cubana.
Varios debates sobre el racismo han tenido cabida en programas de televisión. Grupos independientes no reconocidos por el régimen luchan diariamente contra los prejuicios raciales y la discriminación por el color de la piel.
Hace años, durante un evento sobre pedagogía, el mismo Fidel Castro reconoció que la revolución no había podido ponerle fin al racismo y lo ratificó en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, realizada del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001 en Durban, Sudáfrica.
Entonces, ¿en qué momento se acabó el racismo?
La Patria, como la concibió José Martí, está por construirse todavía, y solo será posible mediante una democracia plena, no bajo un sistema dictatorial que eliminó derechos y libertades.
mal26755@gmail.com
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martes, 3 de mayo de 2016

No tan ciegos como desleales a la patria,


Manuel Aguirre Labarrere
        (Mackandal)
Jamás me cansaré de repetir las verdades que brotan del corazón ni me cansaré de recordar con altruismo y hombradía, las verdades que sabidas por unos, ignoradas por otros y tenidas a menos por algunos, constituyen la fuente fundamental para el gozo de las libertades de las que hablara José Martí.
Los expertos en temas martianos, como Luis Toledo Sande, que negó la filiación masónica de Martí y lo pintó de rojo estalinista para su utilización por el castrismo, solo hablan de la faceta antiimperialista de José Martí. Se refieren siempre a la consabida frase “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”, pero obvian como también supo ver del “monstruo” la parte buena de su corazón. De eso no hablan. Se quedan sin argumentos cada vez que alguien se ha atrevido a destacar el tema.
Si de anexión y anexionistas se trata, en Cuba los hubo, los hay y los habrá siempre. Y plattistas. El tema debe tratarse con sinceridad. Ver quiénes son los verdaderos plattistas, si los opositores al castrismo o los comprometidos con el régimen que violan los derechos y la dignidad ciudadana y justifican sus fracasos y errores culpando al vecino del Norte.
José Martí, con un alcance visionario que solo es dado a los hombres nacidos para la gloria y no el que se atribuyen algunos, en un profundo análisis concordó plenamente con el sociólogo Herbert Spencer, que “la futura esclavitud es el socialismo”.
También el Apóstol habló de los intelectuales, que como Toledo Sande, son sumisos y canchanchanes, que “mueren antes de haber vivido”. De ellos dijo: “No hay en verdad espectáculo más repugnante que el de los talentos serviles”.
Indigna conocer estas verdades y no poderlas expresar libremente porque a un régimen se le subió el poder a la cabeza y prohíbe derechos y libertades.
Indigna comprobar que muchos de los que más hablan de José Martí siempre tratan de fusionar su pensamiento humanista y libertario con el esquema repulsivo y egoísta de Fidel Castro.
Se puede participar con un régimen sea cual sea su esquena político, pero cuando es un mecanismo de los intereses de unos pocos contra la voluntad de la mayoría, no es de hombres dignos defender tales villanías.
Si el castrismo ha dado ciertos beneficios ha sido a costa de la anulación de toda forma de libertad que no esté acorde con los estatutos castrocomunistas
y siempre, en nombre de Martí, enarbolando el ficticio peligro que representan los Estados Unidos para Cuba.
Durante la república, el apóstol era solo mencionado para conveniencia de los políticos y oportunistas de turno. Nunca fue citado de otra manera que no fuera para bochinches politiqueros.
Con el castrismo el Apóstol ha sido traicionado en toda la extensión de sus ideales humanistas y de pluralidad política No soporta un análisis serio lo que dicen los castristas de Martí y sobre lo que significa su doctrina en cuanto a la plena igualdad y diversidad de opinión política.
“Siempre es desgracia para la libertad que la libertad sea un partido”, dijo Martí.
En 1893, en los Estados Unidos, país donde vivió la mayor parte de su exilio, Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano. Era un hombre y no podía fundar más que un solo partido, pero no hubiese impedido que otros cubanos fundaran otros partidos.
Martí vio a Estados Unidos como el paradigma de la democracia, pero eso no lo llevó ni remotamente al anexionismo.
El Apóstol aspiraba a que Cuba fuera un país independiente, democrático y con oportunidades para todos.
mal25755@gmail.com;


lunes, 7 de marzo de 2016

Saint -John Perse en la Feria del Libro,
Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
En los momentos en que las librerías cubanas se llenan de volúmenes de poesía destinados a las polillas, la presente Feria Internacional del Libro pone a disposición de los amantes del género un indispensable volumen cuya autoría corre a nombre de uno de los poetas más reconocidos, socorridos y admirados en el mundo entero: Saint John Perse.
El mar como un cielo, de Saint-John Perse, es uno de esos libros donde la poesía cobra aliento en cada verso, donde el decir poético del autor, a veces presente como un todo y otras bajo la metamorfosis de la estrofa, obliga a leer, pero de una forma donde la experiencia misma se hace canto.
Más que reconciliarnos, nos hace cómplices y cautivadores de una voz interior que se desprende de los versos. Y queda entonces la duda, esa justificada duda que proyectan los buenos libros de poesía sobre el quién y el dónde se coloca la ubicuidad poética de lo maravilloso.
Nacido el 31 de mayo de 1887 en una pequeña isla a nueve kilómetros de la Guadalupe, de familia acomodada y establecida en el Caribe desde finales del siglo XVII y principios del XVIII procedentes de la Borgoña y Normandía, Saint -John Perse se inclinó por la literatura desde que tuvo nociones artísticas.
Su gran facilidad de fabulador y su abundante riqueza lingüística son dos importantes componentes para una poesía cuyo caudal infinito la hace merecedora de importantes citas académicas y de influencia en numerosos poetas.
Dijo Gastón Baquero: “La poesía de Saint-John Perse, tiene el valor de un acto sagrado, de un exorcismo”.
Apegado a la tierra, la naturaleza, al hombre, a las cosas reales y precisas dentro de un compromiso estético, sin llegar a la renovación o la invención de métricas, fue capaz de innovar las existentes y potenciarlas a planos superiores y dar al verso un acabado sorprendente.
Candidato al Premio Nobel de literatura desde 1957 no fue hasta 1960 en que se le otorgó este importante galardón. En su discurso de agradecimiento dijo: “He aceptado para la poesía el homenaje que aquí se le rinde, y tengo prisa por restituírselo”.
Sabía Perse que en un género literario tan socorrido en el pasado y convertido en Cupido de múltiples noviazgos y matrimonios, había caído en el imperdonable olvido del reconocimiento. Género que como ningún otro exige el sacrificio de la síntesis y ser capaz de decir lo mucho en poco, de acomodar un mundo en poco espacio.
Perse supo como pocos andar el misterioso camino de la poesía y le agregó misterios y fantasmas, inquietudes para pensar en grande.
La dramática poesía de Saint-John Perse nos es tan lejana como cercana, para comprobar una vez más que la poesía no tiene fronteras. Cuando se trata de un poeta francés nacido en Guadalupe, mucho de caribeño se desprende de sus versos, muchos rasgos de la negritud emanan de sus estrofas.
Excelente selección de una obra que debe ser divulgada para el conocimiento del lector cubano y excelente la iniciativa de su compilador y la editorial que tuvo luces para publicarlo.
Esta que hoy se pone a disposición del lector cubano es solo una selección de su abundante obra. Pero quienes deseen profundizar en la visión poética de este merecidísimo Premio Nobel, la iglesia San Juan de Letrán del Vedado capitalino guarda celosamente su obra completa en su idioma original. Todo un gustazo para quienes tengan dominio del francés y se interesen por la buena poesía, esa que no cansa y reconforta el alma.
mal26755@gmail.com;

Saint -John Perse en la Feria del Libro,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
En los momentos en que las librerías cubanas se llenan de volúmenes de poesía destinados a las polillas, la presente Feria Internacional del Libro pone a disposición de los amantes del género un indispensable volumen cuya autoría corre a nombre de uno de los poetas más reconocidos, socorridos y admirados en el mundo entero: Saint John Perse.
El mar como un cielo, de Saint-John Perse, es uno de esos libros donde la poesía cobra aliento en cada verso, donde el decir poético del autor, a veces presente como un todo y otras bajo la metamorfosis de la estrofa, obliga a leer, pero de una forma donde la experiencia misma se hace canto.
Más que reconciliarnos, nos hace cómplices y cautivadores de una voz interior que se desprende de los versos. Y queda entonces la duda, esa justificada duda que proyectan los buenos libros de poesía sobre el quién y el dónde se coloca la ubicuidad poética de lo maravilloso.
Nacido el 31 de mayo de 1887 en una pequeña isla a nueve kilómetros de la Guadalupe, de familia acomodada y establecida en el Caribe desde finales del siglo XVII y principios del XVIII procedentes de la Borgoña y Normandía, Saint -John Perse se inclinó por la literatura desde que tuvo nociones artísticas.
Su gran facilidad de fabulador y su abundante riqueza lingüística son dos importantes componentes para una poesía cuyo caudal infinito la hace merecedora de importantes citas académicas y de influencia en numerosos poetas.
Dijo Gastón Baquero: “La poesía de Saint-John Perse, tiene el valor de un acto sagrado, de un exorcismo”.
Apegado a la tierra, la naturaleza, al hombre, a las cosas reales y precisas dentro de un compromiso estético, sin llegar a la renovación o la invención de métricas, fue capaz de innovar las existentes y potenciarlas a planos superiores y dar al verso un acabado sorprendente.
Candidato al Premio Nobel de literatura desde 1957 no fue hasta 1960 en que se le otorgó este importante galardón. En su discurso de agradecimiento dijo: “He aceptado para la poesía el homenaje que aquí se le rinde, y tengo prisa por restituírselo”.
Sabía Perse que en un género literario tan socorrido en el pasado y convertido en Cupido de múltiples noviazgos y matrimonios, había caído en el imperdonable olvido del reconocimiento. Género que como ningún otro exige el sacrificio de la síntesis y ser capaz de decir lo mucho en poco, de acomodar un mundo en poco espacio.
Perse supo como pocos andar el misterioso camino de la poesía y le agregó misterios y fantasmas, inquietudes para pensar en grande.
La dramática poesía de Saint-John Perse nos es tan lejana como cercana, para comprobar una vez más que la poesía no tiene fronteras. Cuando se trata de un poeta francés nacido en Guadalupe, mucho de caribeño se desprende de sus versos, muchos rasgos de la negritud emanan de sus estrofas.
Excelente selección de una obra que debe ser divulgada para el conocimiento del lector cubano y excelente la iniciativa de su compilador y la editorial que tuvo luces para publicarlo.
Esta que hoy se pone a disposición del lector cubano es solo una selección de su abundante obra. Pero quienes deseen profundizar en la visión poética de este merecidísimo Premio Nobel, la iglesia San Juan de Letrán del Vedado capitalino guarda celosamente su obra completa en su idioma original. Todo un gustazo para quienes tengan dominio del francés y se interesen por la buena poesía, esa que no cansa y reconforta el alma.
mal26755@gmail.com;

La dimensión del excluido.

Por: Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
En los últimos años las investigaciones sobre otros grupos étnicos en el país ha tenido un seguimiento sistemático, como lo demuestran los aportes que ha brindado el Instituto Cubano de Antropología en la búsqueda y esclarecimiento de nuestro primeros pobladores, así también la Cátedra de Antropología Biológica de la Universidad de la Habana, Luis Montané, devienen puntos importantes para la continuidad de estos trabajos, muchas veces en coherencia con trabajos similares en otras provincias y demostrados en eventos de rango internacional ,como lo demuestra el Evento de Afrología, realizado periódicamente en la capital del país y extendido a otras provincias del ámbito nacional.
Pero los resultados obtenidos por especialistas en el ámbito de la sociología y las comunicaciones culturales no son tenidos en cuenta por el alto mando del oficialismo, donde solo prima la opinión del que en ese momento lleva la voz cantante en la política cubana, que como todo el pueblo sabe es siempre la misma desde hace más de cincuenta años para merma y desconsolación de las aspiraciones personales.
Cuba, sociedad pigmentocrática desde los tiempos de la colonia y sigue siendo bajo los parámetros del color una sociedad que conlleva la buena voluntad con el racismo sutil, ese malestar cotidiano y bajo todos los estratos sociales, que permea a toda la sociedad cubana, ya que existen también las diferencias por la tenencia y la no tenencias de ciertos acomodos sociales, focalizados fundamentalmente dentro de la llamada población blanca cubana.
La historia demuestra que los presidentes cubanos tienen la manía de justificar los desaciertos y leer desfavorablemente la realidad social del país y subestimar el sentido común y la memoria colectiva de la población.
En el contexto actual de Cuba donde la experiencia de las ineficacias oficiales es patente, es sin duda el racismo el punto culminante de la política cubana para el cual no tienen respuesta.
Lástima que justo en el momento que el mundo celebra y rinde tributo al aporte africano en el tejido de naciones y la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha declarado el decenio de la herencia africana hasta el 2025, sea Cuba tan remisa a reconocer la parte más importante de su tejido social en cuanto aportes al surgimiento de la nación, al quedar por detrás de países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Hondura, Nicaragua y Panamá que ya han reconocido jurídicamente su existencia y la inclusión social se encuentra repartida en todos los sectores sociales de sus respectivos países, que aunque por debajo de su nivel poblacional, la voluntad política que están demostrando hará que las diferencias por el color de la piel sea cada día menos visible.
Todavía está por ver si ese avance económico que se viene anunciando en los últimos tiempos tendrá como destinatario a los bolsones más vulnerables de la sociedad, donde pululan y reproducen como hongos los afrodescendientes, o caerá en manos de las Fuerzas Armadas y la Policía, dirigentes partidistas y descendientes hijos de papá, y se condene cada vez más al olvido a ese importante porcentaje de connacionales, donde el color de la piel los obliga a vivir la invisibilidad política y la dimensión del excluido .
mal26755@gmail.com




Fructífero Aniversario


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
La toma de los medios mediáticos por el castrismo impidió la realización al derecho de la libre información. Por ello un grupo de periodistas aliados en un principio al oficialismo y otros que nunca lo fueron optaron formar la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP), Agrupación independiente que desde su fundación no ha dejado de publicar artículos que demuestran claramente la realidad de la Cuba de hoy, cuyo fundador, José Antonio Fornaris,, periodista de larga data y para .suerte de Cuba y de la prensa libre aun en activo, le ha demostrado al oficialismo y su colectivo que lo que hace digno a un periodista es el apego a la verdad .
La APLP ha sido cronista de numerosos aptos de abusos contra ciudadanos y la violaciones de derechos. Por esa verdad han sido muchos los periodistas encarcelados y otros obligados al exilio perpetuo y hasta el día de hoy continúa el acoso contra los que deciden optar por esta forma de hacer periodismo en el país separada del poder hegemónico.
Publicación digital confiable, ha motivado la creación de numerosas páginas y blogueros independientes que de alguna manera han visto en APLP una fructífera escuela para el debate abierto y la crítica inteligente, llevando como premisa la superación constantes de todos los que la integran.
Consultas jurídicas, investigaciones profundas sobre males que aquejan a la sociedad cubana, artículos de opinión y reseñas de personajes que han tenido gran importancia en el mosaico político cultural del país son algunos de los temas que se pueden encontrar en esta publicación, fundada el 27 de enero del 2006 y que ya arriba a su décimo aniversario, donde desde el principio encaminó sus pasos hacia la democratización informativa.
Escribir la historia del periodismo independiente en Cuba a partir de 1959 sin la presencia de la APLP sería injusto y casi imposible, ya que esta publicación digital, una de las pioneras en esta modalidad, tiene el privilegio de haber contado con figuras fundamentales del periodismo radial y escrito, además del alto profesionalismo de sus miembros, comprobado en cada artículo que sale a la web y el nerviosismo del Estado, que dado su brutalidad en materia democrática provocó una publicación semejante.
Dijo nuestro Apóstol José Martí que no hay en verdad espectáculo más repugnante que el de los talentos serviles. Frente a los medios mediáticos oficialistas, que los son todos en Cuba, se alza la APLP con un discurso apegado a la verdad. Lo hace desde abajo y desde adentro develando mentiras y verdades que se callan, porque en cada uno de sus afiliados es recurrente esa frase martiana, que queda como advertencia diaria para el decoro del hombre, Y en ellos todos va el decoro entero de la Patria.

lunes, 29 de febrero de 2016

Ya viene el tren


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Gracias al Proyecto Mariel, la provincia Artemisa cuenta de nuevo con el servicio ferroviario, que beneficia a los municipios Guanajay, Caimito, Bauta.
Ahora, desde la localidad de Punta Brava se puede hacer un viaje rápido, seguro y barato hasta la capitalina terminal de Tulipán.
Este servicio, desaparecido durante el llamado periodo especial se ha empezado a recuperar. Pero no faltan los obstáculos molestos, como los cambios inesperados de horario y el constante acoso policial sobre los pasajeros, algo que perturba la tranquilidad del viaje
También algunas ferromozas y empleados de estas terminales, como la de Guanajay, se dirigen al público de forma despótica y sin comedimiento lo cual trae muchas veces la respuesta de los aludidos en forma descompuesta, llegándose a veces al insulto y la chabacanería.
Hay vagón para dos o tres empleados en el que no permiten que nadie más ocupe un asiento. Con el pretexto de que están cansados, y la complicidad de la tripulación, los empleados se van repartiendo de vagón en vagón durante todo el viaje, mientras que solo dos departamentos son para el pasajero común, que a veces se ve hacinado cuando el tren cuenta con cinco o siete departamentos, como si ellos, y solo ellos fueran los únicos que trabajan en este país. Así, quienes van a la escuela, a sus trabajos o un hospital, tienen que viajar de pie, sin derecho a un asiento que va vacío.
Hay que soportar la injuria. Como si se viajara de favor, después de haber pagado un pasaje.
Muchos de los empleados muestran a todas luces su bajo nivel cultural y sus ínfulas de guapetones.
Estos viajes tienen su lugar de partida en las terminales de Artemisa y Mariel.
En algunos puntos, los andenes están tan distantes que impiden el flujo de mayor número de personas. Necesitarían una guagua local que los trasladara a esos lugares.
En Guanajay y Bauta la distancia es kilométrica de los andenes a muchos puntos de esa localidad.
Plausible la iniciativa de restablecer el servicio ferroviario, pero se debe seguir trabajando a favor del bienestar ciudadano, sobre todo de los que menos tienen.
El viaje en tren está al alcance de todos los bolsillos. Sería bueno que hubiera la certeza de un traslado agradable, sin los obstáculos ya mencionados, que deben tener pronta solución.
Publicado por Primavera Digital

mal26755@gmail.com
Celular: 53601217

lunes, 1 de febrero de 2016

El negro, la política y ascensión social


Por Manuel Aguerre labarrere
( Mackandal)
La política es la herramienta de transformación social y es la única herramienta posible para transformar la sociedad. No debemos rehusar a la política, los opositores cubanos tenemos un compromiso con la sociedad y la patria que solo a través de la política y usando todos los medios inherentes a ella podemos dar al traste con la dictadura y llevar al debate las verdades ocultas de un sistema fracasado.
El retroceso de la ascensión del negro es problema de la mala política que en los últimos años ha sido implementada sin tener en cuenta los sectores vulnerables de la sociedad cubana. Es la política, la mala implementación de las políticas que hace infructuoso todo intento de mejoramiento ciudadano
Para frenar las mentiras y adulteraciones de la historia es necesaria siempre la política. La política es la herramienta de transformación económica y social y es la herramienta posible para innovar y avanzar en sociedad. Es el instrumento básico para un llamado a la conciencia individual y colectiva y la que logra los sueños de todos los estratos sociales .Bien llevada es insuperable pará estos fines.
No debemos rehusar de la política, Los opositores cubanos tienen un compromiso con la sociedad y la patria que solo a través de la política y usando todos los medios inherentes a ella se puede dar al traste con la dictadura y llevar al debate las verdades ocultas de un sistema fracasado.

Desigualdad y exclusión social


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
En el año 1976 fue que las políticas culturales y educativas en Cuba tomaron cuerpo en la Constitución y se definió la nación como un estado pluriétnico y multicultural. Desde entonces, la antropología en sus distintas ramificaciones, tales como la etnología, lo social o cultural, y los comunicadores sociales, artistas, promotores culturales, psicólogos de prestigio como la Dra., Patricia Ares, periodistas de aguda visón como José Alejando Rodríguez, sociólogos, y funcionarios han puesto a consideración del Estado sus conocimientos y sus experiencias de gestión al servicio del deseo colectivo dentro de la multietnicidad y cultura cubana. Muchos han señalado la brecha de desigualdad, tanto en el ámbito laboral como económico y educativo, donde son los afrodescendientes los más desfavorecidos desde todo punto de vista.
.Este fenómeno, ya visualizado en el Parlamento, sin que hasta el momento se hayan implementado las acciones afirmativas necesarias para la eliminación o disminución de las manifestaciones racistas, pone en evidencia el alto nivel de prejuicio presente en muchos de los parlamentarios cubanos, sean civiles o militares. En ellos la idea de que el negro debe conformarse con lo que le den sin derecho al reclamo, es algo acuñado desde la colonia y que se recicla hoy con mayor o menor grado de efectividad.
Desde las dos últimas décadas del siglo pasado, los temas relacionados con la identidad, la memoria histórica, la cultura o la etnicidad han adquirido relevancia como nunca antes en la historia de Cuba, puesto que dichos habían sido desdeñados particularmente por las ciencias políticas y por la ideología socialista.
La dimensión cultural o étnica del conflicto era considerada como una variable menor, puesto que hasta entonces el paradigma del análisis enarbolaba la ausencia del Estado como doctrina fundamental del examen político nacional. Sin embargo hoy, los asuntos étnicos y culturales se han convertido en puntos imprescindibles cuando se trata de analizar la cuestión racial sin que hasta el momento se hayan creado leyes y decretos que legislen la educación y la cultura en nuestro país en cuanto al tema racial y los racismos.
Si bien la ley no obliga a nadie a dejar de ser racista, impone derechos y obligaciones que tienen los legisladores para que un grupo étnico deje de ser marginado.
A solo a treinta y ocho años de constituida la República, la Constitución de 1940 dio pasos positivos en contra de la discriminación racial.
Para algunos activistas el tema racial se ha convertido en un modo de vida, aunque se muestren como alfas y omegas de la racialidad, palabra muy de moda para las cuestiones del racismo. Su único objetivo es desacelerar la cuestión y minimizar sus efectos nocivos a fin de que no cunda el pánico.
El prejuicio está tan presente que para combatirlo estamos obligados a usar la palabra racismo.
Los que están en esa línea, más bien de modo oficialista y por mandato, para justificar sin hacer nada el dinero que se les paga,
como Araac, el proyecto Aponte de la UNEAC, como en sus tiempos Color cubano con Gisela Arandia como voz prima, son personas que no tienen una conciencia racial y están sujetos a cánones y mandatos políticos verdaderamente vergonzosos a los que se someten como tíos Tom.
No pasa igual con los activistas independientes, que defienden la unidad racial de la nación. Son marginados y calificados como mercenarios, apátridas, contrarrevolucionarios, negros mal agradecidos y blancos sucios, quienes tienen una clara visión de lo que se juega en el país si persisten las prácticas racistas, muchas veces toleradas o tenidas como bromas.
El Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez” y la Cofradía de la Negritud que preside Norberto Mesa, aunque separadas por una amplia brecha ideológica tienen la certeza que deben trabajar unidos para hacer sentir al régimen que el problema del racismo en Cuba no se resuelve por falta de voluntad política, y que es agudizado por la desigualdad y la exclusión social.
Como decía la poetisa norteamericana Emily Dickinson: “Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie”.
Para Cuba actualidad: mal26755@gmail.com

lunes, 25 de enero de 2016

Literatura alternativa,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Desde hace años se viene realizando una creación independiente a la que merece la pena dedicarle al menos algunos párrafos, dada su importancia.
Esta creación independiente se desplaza con múltiples temáticas.
No se trata de un movimiento propiamente dicho, sino más bien de escritores que han sentido la necesidad de hallar una forma de expresión distinta a la de los creadores nucleados en la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Esta modalidad diferente de concebir la literatura lo hace de una forma mayormente contestataria, al mostrar aquellos aspectos que son difíciles de ver en la literatura oficial.
En la cuentística destacan nombres como Luis Cino, autor que recientemente presentó en Miami su libro de cuentos “Los tigres de Dire Dawa”, agotado en su totalidad durante el Festival Vista, un proyecto que trata de visibilizar a aquellos autores que no son bien vistos por el régimen de la Habana por escribir como escriben.
Juan González Febles, ganador del premio Voces de cambio en el año 2008 con el cuento “6622 de Iberia” es otro de estos destacados escritores. De su volumen de cuentos El libro de la Habana, se espera una próxima presentación en Miami, con presencia de su autor.
Otro de los autores es Ángel Santisteban Prats, ganador de varios premios, entre los que destacan el Alejo Carpentier en 1986 con Los hijos que nadie quiso, el premio César Galeano en 1999, finalista del Juan Rulfo que convoca cada año Radio Francia Internacional, y el premio Casa de las Américas en 2006 con su libro de cuentos Dichosos los que lloran. Ángel Santisteban fue merecedor del premio Franz Kafka de novela con El verano en que dios dormía. Es sin duda uno de los escritores más destacados dentro de la literatura alternativa, aunque por un tiempo militó en las filas del oficialismo literario. Con “Los hijos que nadie quiso” ganó el premio UNEAC en 1995.
Frank Correa y Tania Díaz Castro, el primero como narrador y la segunda como poeta de finos y arraigados versos, son dos de los escritores independientes que dan vida a esta modalidad surgida espontáneamente y por mandato de la conciencia entre escritores que hacen del arte de narrar y la poesía un modo muy novedoso de contar las cosas.
Menos suerte ha logrado la poesía, donde destacan autores como Rafael Alcides y Rogelio Fabio Hurtado, ambos ganadores de importantes certámenes en distintos eventos y lo mejor que hoy pueda encontrarse en materia poética, tanto oficialista como alternativa.
Pero no siempre la lucecita del entendimiento alumbra hacia la parte más destacable de este género literario y se cometen múltiples injusticias. A veces son ignorados los buenos para destacar a los mediocres, como pasa ahora mismo con Rogelio Fabio Hurtado, un poeta de los ya casi en extinción por su magnífica forma de hacer poesía, esa que intimista o no, hace vibrar en cada palabra, en cada verso, lo cual da un sentido a la poética y una idea de lo que es un poeta frente a la página en blanco, domando las palabras más cerreras.
Valdría poner la mirada en un género poético prácticamente en desuso y tan gustado como es la poesía negra o negrista, como le suelen llamar algunos estudiosos, con sus inmensas posibilidades para la declamación, de lo cual dan testimonios famosas figuras como Luis Carbonell y Eusebia Cosme, quienes la pasearon por grandes escenarios internacionales.
Para la conservación del patrimonio cultural cubano, bien se podrían publicar algunos textos que ahora mismo se producen en el país por escritores independientes, aunque sean bien pocos los que puedan o se atrevan a cultivarla, dado el grado de complejidad que conlleva, como el caso de la jitanjáfora y las onomatopeyas, y a poseer como ninguna otra modalidad poética, un alto grado de musicalidad. Ahí están los ejemplos de Regino Boti, Ramón Guirao, José Zacarías Tallet y los más destacados cultores del género, con los que alcanza un acabado perfecto: Nicolás Guillén y Emilio Ballagas.
No se puede olvidar el aval tributado por el negro a la cultura cubana. Desde un principio ha estado presente en las letras y demás manifestaciones artísticas del país, bien por referencia o físicamente.
Literatura de pensar alto, sentir hondo y hablar claro, es la que se gesta entre los escritores que han decido liberar sus sentimientos y ganas de hacer, una literatura que libera y hace pensar.
Primavera Digita 14 de enero de 2016
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