martes, 22 de diciembre de 2009

LA MENTIRA INDIGESTA

Manuel Aguirre lavarrere
( Mackandal)
Decía Martí que hay gente de tan corta vista mental que creen que todo el fruto se acaba en la cáscara. Y es esto justamente lo que sucede ahora con una declaración publicada por el periódico oficialista Granma el nueve de diciembre del año en curso. Firmado por diez reconocidas figuras del ámbito intelectual cubano el documento trata de desmentir una declaración que un grupo de prestigiosas personalidades afroamericanas enviaron al gobierno de Cuba pidiéndole que cese el acoso y el insensible desprecio contra sus hermanos negros de la Isla .Pero Granma falla el tiro. La verdad que quiere patentizar poniendo ejemplos de lo que hace el régimen de la Habana con otros países del área y de África, se convierte, por la misma razón, en una mentira indigesta que sólo los más ingenuos serían capaz de atestiguar. No se trata de una ayuda aquí o allá. Se trata del racismo en Cuba; y el querer socavar esta realidad imbatible es un acto de servilismo y cobardía periodística. Ello es un acto de bandolerismo informativo y de insensibilidad pueril.
El problema del racismo en la Cuba de hoy es bien conocido y ha sido señalado por muchas de las más descollantes personalidades de la intelectualidad cubana aun cuando hayan quienes quieran minimizarlo y llevarlo al plano de la racialidad, un vocablo de nuevo tipo para no hablar de racismo y hacerle creer a los afrocubanos que el régimen lucha contra este flagelo cuando la realidad dice a voces que no está haciendo nada para siquiera aminorar las secuelas que deja el sentirse discriminado. Los afrocubanos que vivimos en la marginalidad y por debajo del nivel de pobreza sabemos lo duro que resulta ser odiado y menospreciado por el color negro de nuestra piel. Los de arriba, como los que firman el artículo de Granma lo reconocen, pero ellos han pasado la barra y ahora sólo les interesa resolver para si propio y la única manera de hacerlo, amén de talento y vocación aparte, es dormir a la sombra del régimen que discrimina, encarcela y mata a sus hermanos negros, y sólo por ser negros. Nadie habla de lo que no existe. Y de no existir racismo y rechazo al negro no tendría por que existir un a comisión de lucha contra el racismo en el Comité Central de la cual tanto se vanagloria Esteban Morales. Duele, lacera el alma y los sentimientos saber que entre los firmantes y mencionados en el artículo de Granma hay hermanos nuestro que una vez formaron, junto a la desaparecida cineasta Sara Gómez parte del Black Pawer en Cuba, y amenazados, perseguidos y humillados por los órganos de represión optaron por la sumisión y traicionar los ideales y aspiraciones de su raza, por pírricos y vergonzantes beneficios. Ellos no serán juzgados por negros ni blancos. Serán juzgados por tergiversar una realidad que a mediano o corto plazo traerá a la población negra de la Isla y a su pueblo todo la amarga vivencia de ver apalear y encarcelar a negros que de frente y sin tapujos son capaces de levantar su voz y decir ¡Basta! ¡Abajo el racismo en Cuba!
De no haber racismo en Cuba a Iris Tamara Pérez Aguilera no se le hubiera ocurrido formar el Movimiento Femenino Rosa Parck, ni tendría razón de ser el Movimiento Cofradía de ;a Negritud. De no existir racismo en Cuba, no tendría, bajo ninguna razón que a un grupo de ciudadanos, blancos y negros se les hubiera ocurrido formar el Movimiento Cultural Afrocubano Juan René Betancourt ni José Idelfonso Vélez hubiera creado desde hace once años el Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez (MIR), todos trabajando al margen de las leyes, porque a pesar de existir una Constitución a la que hace referencia el articulo de Granma y leyes que dan derecho de asociación, se les niega reiteradamente este derecho. Como el letargo del régimen a la ratificación de los Pactos Políticos, Sociales y Culturales que no acaba de llevar a cabo cuando consta una primera firma de este intento en la ONU y que de hacerlo darían amplios derechos de libre asociación.¿por qué no lo hace?
De no haber racismo en Cuba a la periodista Gisela Arandia no habría formado el Proyecto Color Cubano, que aunque de corte oficialista y con mucho de tío Tom es también un intento que debe ser tenido en cuenta para la lucha contra el racismo en la Isla.
Las oportunidades de becas y misiones cubanas a África y otros países, si bien es un acto de buena voluntad en cuanto a la salud del ser humano, no lo atañe tanto cuando de incendiar mediante guerrillas y patrañas a un continente en pleno, y llevan, como impronta primaria, el hacer creer al mundo que sólo con Cuba y con el comunismo es posible un mundo sin explotados ni racismos. Pero esa es la imagen del régimen hacia fuera, incluso, cambiando aquello que no debe ser cambiado como la democracia y el derecho a la voluntaria y libre expresión del pensamiento. La experiencia de cincuenta años viviendo bajo un mismo régimen, que prohíbe la creación de otras tendencias políticas y libre asociación de movimientos no gubernamentales, dan la medida exacta de las pretensiones del humano y abierto gobierno de la Habana para con sus vecinos de América. ¡Cuidado!, porque bajo estas condiciones no habrá garífona que luche por su derecho a la tierra ni movimiento afrodescendiente alguno que pueda asociarse en pos de sus beneficios. Aquí, los cubanos de adentro, sabemos que la realidad es bien distinta.

El fusilamiento de tres jóvenes negros en el año 2003 junto a otros que habían cometido similares y peores delitos fue sin duda un acto de soberbia y menosprecio al color negro de la piel del hombre. El trato diferenciado del negro en las prisiones de Cuba, que por odio y desprecio está sometido a una inhumana y degradante violación de su integridad física es conocido y testimonial. Los arrestos y encarcelamiento contra activistas pacíficos como el Dr Oscar Elías Bicet, Darsi Ferrer o Joel Lázaro Carbonell echarían por tierra el discurso del régimen y sus adictos en querer escamotear una realidad que duele en el alma de los que amamos y pensamos en el anhelo martiano de una Cuba con todos y para el bien de todos. Y no con todos y para el bien de algunos.
Muchos son los testimonios que poseemos con respecto a la problemática racial y del rechazo al negro, algunos de ellos dados a conocer en publicaciones de culto al régimen como la revista TEMAS, CATAURO y otros que aparecen colgados en algún que otro blog de los que sentimos y padecemos esta al parecer enfermedad congénita por el color negro de la piel. la no menos interesante CAMINOS que dirige el pastor bautista Raúl Suárez, a quien su apego al Dios de los judíos le impidió alzar su voz y salir en defensa de quienes pronto morirían, como murieron, en un pelotón de fusilamiento sólo por amenazar a los pasajeros en busca de una vida mejor.
Ningún parlamentario ni dirigente cubano, salvó el doctor Fidel Castro ha sido capaz de ni por asomo de señalar esta violación , porque la discriminación racial constituye flagrante y una bochornosa violación de los derechos humanos. (La Revolución, más allá de los derechos y garantías alcanzados para todos los ciudadanos de cualquier etnia y origen, no ha logrado el mismo éxito en la lucha por erradicar las diferencias en el status social y económico de la población negra del país…)
Fidel Castro
Discurso en la sesión de clausura del Congreso Pedagogía 2003, 7 de febrero del 2003, Pág. 29.
A veces, en un programa de televisión sobre la eficiencia de tal o mas cual cuerpo policiaco, aparecía un numero de muchachos negros y mestizos delincuentes…Porque además hay dos tipos de robos: el robo ordinario que irrita mucho y el robo de cuello y corbata cometido por aquellos que están administrando por aquí o por allá...-.Le han robado a la sociedad pero nadie se ha enterado; se enteran mucho más de aquel que llega a la casa y la desvalija, roba un articulo, una joya, un producto, rompen algo, y esos son delitos que cometen los más pobres.
Llegó un momento en que hablé con los que realizan esos programas para la televisión sobre la acción de los órganos de lucha contra el delito, porque verdaderamente querían ofrecer confianza acerca de la eficacia de la policía y les dije: “No quisiera volver a ver un programa sobre eso”.Cada uno en su oficio queriendo demostrar la eficacia y los que aparecían en las imagines, como delincuentes, eran sobre todos muchachos negros, mestizos, y también algunos blancos, pero por lo general minoritariamente.¿ Para qué sirve eso? Para asociar el delito que irrita más a la población a un grupo étnico determinado.
Ignacio Ramonet,
Cien horas con Fidel, capitulo 10
Es muy probable que la mayor parte de los afroamericanos desconozcan la ayuda ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos y otras instituciones de poder, incluso, cubanos residentes en ese país, cuando a raíz de la devastación de los tres huracanes que dejaron a Cuba en harapos, este humano gobierno que desde hace cincuenta años padecemos los cubanos, se negó a aceptarla bajo el so pretexto de que era un dinero manchado de sangre y otras muchas justificaciones a las que ya estamos acostumbrados. Esa ayuda iba a beneficiar a toda la población y el afrocubano se beneficiaba también y sin otra condición que el deseo de colaborar humana mente contra un pueblo necesitado económica y democráticamente. Hoy se observa por doquier los estragos de ese acontecimiento y la población negra es la mas que lo padece.
Las personalidades que refutan la lucha que desde la década del sesenta lleva nuestro hermano exiliado Carlos Moore contra el racismo en Cuba, sería bueno que antes de acusarlo permanecieran por una estancia de no menos de tres meses en la Isla; pero viviendo no en los hoteles ni con un taxi a boca de hotel. Ellos deben, si de verdad desean conocer de primera mano sobre lo que sucede con el negro en Cuba, vivir como ellos, es decir, en cualquier barrio de la Habana o provincia, comer lo que come un simple ciudadano y entonces, sólo entonces emitir un juicio sobre la realidad del negro en Cuba, sin que ninguna persona tendenciosa y en busca de favoritismo oficial le diga lo que tiene que hacer o decir.
Para los que firmamos esta declaración creemos que ha sido un acto de valentía y altruismo pleno el que nuestros hermano afroamericanos se solidarizan con nuestra justa causa .A ellos, firmantes de ese medular y valeroso documento le decimos que están en el camino correcto, que no han cometido falacia alguna. Todo lo que expresan es la realidad del día a día en relación con la problemática racial y el abuso contra el negro en Cuba. Pues una Constitución que no sea consecuente con sus postulados de justicia y equidad, y que viole sus fundamentos políticos, sociales y económicos, que no concatene con la realidad en cuanto a derechos, deberes y garantías de su ciudadanos, cuyos derecho constitucionales y medios que lleven a una efectividad de los mismos, cuando sólo se atenga a la eficacia de la represión y el encarcelamiento, ¿de qué vale entonces una legislación complementaria?
A nosotros, el honor y el buen sentido nos convoca a seguir luchando, de forma pacifica, por la verdadera emancipación del negro en Cuba. Y esto lo haremos cueste lo que cueste.
Raúl Pérez Díaz, médico integral, especialista en medicina interna
José Idelfonso Vélez, coordinador nacional del Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez (MIR)
Hildelbrando Chaviano Montes, abogado, coordinador del MIR
Eliozbel Garriga Cabreras, delegado del MIR por Pinar del Río
Esperanza Almeira Cordero, secretaria ejecutiva MIR
Osvaldo Ricardo Díaz Sánchez, delegado del MIR por Villa Clara
Rafael Bueno, miembro del MIR
Aída Chaviano Montes, activista del MIR
Manuel Aguirre Lavarrere, poeta y realizador independiente, coordinador nacional Movimiento de Integracion Racial Juan Gualberto Gómez (MIR.)
Leonardo Hernández Camejo, activista del MIR
Yolanda lázara Martínez Vargas, vicepresidenta Movimiento Cultural Afrocubano Juan René Betancourt
Iris Tamara Pérez Aguilera, Presidenta Movimiento Femenino Rosa Parck
Heriberto Portilla, activista MIR
Héctor Palacio Ruiz, sociólogo, miembro del MIR
Guillermo Fariñas, activistas del MIR
Gisela Delgado Sablón, activista del MIR
Tania de la Torre Montesino, activista del MIR
Juan Goberna, Comité de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
Norberto Mesa. Cofradía de la Negritud
Pedro Luís Sabat, activista del MIR
Giselle López, delegada del Movimiento Cultural Afrocubano, Juan René Betancourt.
Rubén Carty Lowe, periodista independiente.
Rub♪0n Gonzalez, Movimiento Cultural Afrocubano, Juan René Betancourt.
Rosario Morales La Rosa, activista del MIR
Jorge Luis García Pérez (Antúnez), Partido Presidio Político Cubano, miembro del MIR.


Manuel Aguirre lavarrere
( Mackandal)
Decía Martí que hay gente de tan corta vista mental que creen que todo el fruto se acaba en la cáscara. Y es esto justamente lo que sucede ahora con una declaración publicada por el periódico oficialista Granma el nueve de diciembre del año en curso. Firmado por diez reconocidas figuras del ámbito intelectual cubano el documento trata de desmentir una declaración que un grupo de prestigiosas personalidades afroamericanas enviaron al gobierno de Cuba pidiéndole que cese el acoso y el insensible desprecio contra sus hermanos negros de la Isla .Pero Granma falla el tiro. La verdad que quiere patentizar poniendo ejemplos de lo que hace el régimen de la Habana con otros países del área y de África, se convierte, por la misma razón, en una mentira indigesta que sólo los más ingenuos serían capaz de atestiguar. No se trata de una ayuda aquí o allá. Se trata del racismo en Cuba; y el querer socavar esta realidad imbatible es un acto de servilismo y cobardía periodística. Ello es un acto de bandolerismo informativo y de insensibilidad pueril.
El problema del racismo en la Cuba de hoy es bien conocido y ha sido señalado por muchas de las más descollantes personalidades de la intelectualidad cubana aun cuando hayan quienes quieran minimizarlo y llevarlo al plano de la racialidad, un vocablo de nuevo tipo para no hablar de racismo y hacerle creer a los afrocubanos que el régimen lucha contra este flagelo cuando la realidad dice a voces que no está haciendo nada para siquiera aminorar las secuelas que deja el sentirse discriminado. Los afrocubanos que vivimos en la marginalidad y por debajo del nivel de pobreza sabemos lo duro que resulta ser odiado y menospreciado por el color negro de nuestra piel. Los de arriba, como los que firman el artículo de Granma lo reconocen, pero ellos han pasado la barra y ahora sólo les interesa resolver para si propio y la única manera de hacerlo, amén de talento y vocación aparte, es dormir a la sombra del régimen que discrimina, encarcela y mata a sus hermanos negros, y sólo por ser negros. Nadie habla de lo que no existe. Y de no existir racismo y rechazo al negro no tendría por que existir un a comisión de lucha contra el racismo en el Comité Central de la cual tanto se vanagloria Esteban Morales. Duele, lacera el alma y los sentimientos saber que entre los firmantes y mencionados en el artículo de Granma hay hermanos nuestro que una vez formaron, junto a la desaparecida cineasta Sara Gómez parte del Black Pawer en Cuba, y amenazados, perseguidos y humillados por los órganos de represión optaron por la sumisión y traicionar los ideales y aspiraciones de su raza, por pírricos y vergonzantes beneficios. Ellos no serán juzgados por negros ni blancos. Serán juzgados por tergiversar una realidad que a mediano o corto plazo traerá a la población negra de la Isla y a su pueblo todo la amarga vivencia de ver apalear y encarcelar a negros que de frente y sin tapujos son capaces de levantar su voz y decir ¡Basta! ¡Abajo el racismo en Cuba!
De no haber racismo en Cuba a Iris Tamara Pérez Aguilera no se le hubiera ocurrido formar el Movimiento Femenino Rosa Parck, ni tendría razón de ser el Movimiento Cofradía de ;a Negritud. De no existir racismo en Cuba, no tendría, bajo ninguna razón que a un grupo de ciudadanos, blancos y negros se les hubiera ocurrido formar el Movimiento Cultural Afrocubano Juan René Betancourt ni José Idelfonso Vélez hubiera creado desde hace once años el Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez (MIR), todos trabajando al margen de las leyes, porque a pesar de existir una Constitución a la que hace referencia el articulo de Granma y leyes que dan derecho de asociación, se les niega reiteradamente este derecho. Como el letargo del régimen a la ratificación de los Pactos Políticos, Sociales y Culturales que no acaba de llevar a cabo cuando consta una primera firma de este intento en la ONU y que de hacerlo darían amplios derechos de libre asociación.¿por qué no lo hace?
De no haber racismo en Cuba a la periodista Gisela Arandia no habría formado el Proyecto Color Cubano, que aunque de corte oficialista y con mucho de tío Tom es también un intento que debe ser tenido en cuenta para la lucha contra el racismo en la Isla.
Las oportunidades de becas y misiones cubanas a África y otros países, si bien es un acto de buena voluntad en cuanto a la salud del ser humano, no lo atañe tanto cuando de incendiar mediante guerrillas y patrañas a un continente en pleno, y llevan, como impronta primaria, el hacer creer al mundo que sólo con Cuba y con el comunismo es posible un mundo sin explotados ni racismos. Pero esa es la imagen del régimen hacia fuera, incluso, cambiando aquello que no debe ser cambiado como la democracia y el derecho a la voluntaria y libre expresión del pensamiento. La experiencia de cincuenta años viviendo bajo un mismo régimen, que prohíbe la creación de otras tendencias políticas y libre asociación de movimientos no gubernamentales, dan la medida exacta de las pretensiones del humano y abierto gobierno de la Habana para con sus vecinos de América. ¡Cuidado!, porque bajo estas condiciones no habrá garífona que luche por su derecho a la tierra ni movimiento afrodescendiente alguno que pueda asociarse en pos de sus beneficios. Aquí, los cubanos de adentro, sabemos que la realidad es bien distinta.

El fusilamiento de tres jóvenes negros en el año 2003 junto a otros que habían cometido similares y peores delitos fue sin duda un acto de soberbia y menosprecio al color negro de la piel del hombre. El trato diferenciado del negro en las prisiones de Cuba, que por odio y desprecio está sometido a una inhumana y degradante violación de su integridad física es conocido y testimonial. Los arrestos y encarcelamiento contra activistas pacíficos como el Dr Oscar Elías Bicet, Darsi Ferrer o Joel Lázaro Carbonell echarían por tierra el discurso del régimen y sus adictos en querer escamotear una realidad que duele en el alma de los que amamos y pensamos en el anhelo martiano de una Cuba con todos y para el bien de todos. Y no con todos y para el bien de algunos.
Muchos son los testimonios que poseemos con respecto a la problemática racial y del rechazo al negro, algunos de ellos dados a conocer en publicaciones de culto al régimen como la revista TEMAS, CATAURO y otros que aparecen colgados en algún que otro blog de los que sentimos y padecemos esta al parecer enfermedad congénita por el color negro de la piel. la no menos interesante CAMINOS que dirige el pastor bautista Raúl Suárez, a quien su apego al Dios de los judíos le impidió alzar su voz y salir en defensa de quienes pronto morirían, como murieron, en un pelotón de fusilamiento sólo por amenazar a los pasajeros en busca de una vida mejor.
Ningún parlamentario ni dirigente cubano, salvó el doctor Fidel Castro ha sido capaz de ni por asomo de señalar esta violación , porque la discriminación racial constituye flagrante y una bochornosa violación de los derechos humanos. (La Revolución, más allá de los derechos y garantías alcanzados para todos los ciudadanos de cualquier etnia y origen, no ha logrado el mismo éxito en la lucha por erradicar las diferencias en el status social y económico de la población negra del país…)
Fidel Castro
Discurso en la sesión de clausura del Congreso Pedagogía 2003, 7 de febrero del 2003, Pág. 29.
A veces, en un programa de televisión sobre la eficiencia de tal o mas cual cuerpo policiaco, aparecía un numero de muchachos negros y mestizos delincuentes…Porque además hay dos tipos de robos: el robo ordinario que irrita mucho y el robo de cuello y corbata cometido por aquellos que están administrando por aquí o por allá...-.Le han robado a la sociedad pero nadie se ha enterado; se enteran mucho más de aquel que llega a la casa y la desvalija, roba un articulo, una joya, un producto, rompen algo, y esos son delitos que cometen los más pobres.
Llegó un momento en que hablé con los que realizan esos programas para la televisión sobre la acción de los órganos de lucha contra el delito, porque verdaderamente querían ofrecer confianza acerca de la eficacia de la policía y les dije: “No quisiera volver a ver un programa sobre eso”.Cada uno en su oficio queriendo demostrar la eficacia y los que aparecían en las imagines, como delincuentes, eran sobre todos muchachos negros, mestizos, y también algunos blancos, pero por lo general minoritariamente.¿ Para qué sirve eso? Para asociar el delito que irrita más a la población a un grupo étnico determinado.
Ignacio Ramonet,
Cien horas con Fidel, capitulo 10
Es muy probable que la mayor parte de los afroamericanos desconozcan la ayuda ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos y otras instituciones de poder, incluso, cubanos residentes en ese país, cuando a raíz de la devastación de los tres huracanes que dejaron a Cuba en harapos, este humano gobierno que desde hace cincuenta años padecemos los cubanos, se negó a aceptarla bajo el so pretexto de que era un dinero manchado de sangre y otras muchas justificaciones a las que ya estamos acostumbrados. Esa ayuda iba a beneficiar a toda la población y el afrocubano se beneficiaba también y sin otra condición que el deseo de colaborar humana mente contra un pueblo necesitado económica y democráticamente. Hoy se observa por doquier los estragos de ese acontecimiento y la población negra es la mas que lo padece.
Las personalidades que refutan la lucha que desde la década del sesenta lleva nuestro hermano exiliado Carlos Moore contra el racismo en Cuba, sería bueno que antes de acusarlo permanecieran por una estancia de no menos de tres meses en la Isla; pero viviendo no en los hoteles ni con un taxi a boca de hotel. Ellos deben, si de verdad desean conocer de primera mano sobre lo que sucede con el negro en Cuba, vivir como ellos, es decir, en cualquier barrio de la Habana o provincia, comer lo que come un simple ciudadano y entonces, sólo entonces emitir un juicio sobre la realidad del negro en Cuba, sin que ninguna persona tendenciosa y en busca de favoritismo oficial le diga lo que tiene que hacer o decir.
Para los que firmamos esta declaración creemos que ha sido un acto de valentía y altruismo pleno el que nuestros hermano afroamericanos se solidarizan con nuestra justa causa .A ellos, firmantes de ese medular y valeroso documento le decimos que están en el camino correcto, que no han cometido falacia alguna. Todo lo que expresan es la realidad del día a día en relación con la problemática racial y el abuso contra el negro en Cuba. Pues una Constitución que no sea consecuente con sus postulados de justicia y equidad, y que viole sus fundamentos políticos, sociales y económicos, que no concatene con la realidad en cuanto a derechos, deberes y garantías de su ciudadanos, cuyos derecho constitucionales y medios que lleven a una efectividad de los mismos, cuando sólo se atenga a la eficacia de la represión y el encarcelamiento, ¿de qué vale entonces una legislación complementaria?
A nosotros, el honor y el buen sentido nos convoca a seguir luchando, de forma pacifica, por la verdadera emancipación del negro en Cuba. Y esto lo haremos cueste lo que cueste.
Raúl Pérez Díaz, médico integral, especialista en medicina interna
José Idelfonso Vélez, coordinador nacional del Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez (MIR)
Hildelbrando Chaviano Montes, abogado, coordinador del MIR
Eliozbel Garriga Cabreras, delegado del MIR por Pinar del Río
Esperanza Almeira Cordero, secretaria ejecutiva MIR
Osvaldo Ricardo Díaz Sánchez, delegado del MIR por Villa Clara
Rafael Bueno, miembro del MIR
Aída Chaviano Montes, activista del MIR
Manuel Aguirre Lavarrere, poeta y realizador independiente, coordinador general Movimiento Cultural Afrocubano Juan René Betancourt y miembro del MIR.
Leonardo Hernández Camejo, activista del MIR
Yolanda lázara Martínez Vargas, vicepresidenta Movimiento Cultural Afrocubano Juan René Betancourt
Iris Tamara Pérez Aguilera, Presidenta Movimiento Femenino Rosa Parck
Heriberto Portilla, activista MIR
Héctor Palacio Ruiz, sociólogo, miembro del MIR
Guillermo Fariñas, activistas del MIR
Gisela Delgado Sablón, activista del MIR
Tania de la Torre Montesino, activista del MIR
Juan Goberna, Comité de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
Norberto Mesa. Cofradía de la Negritud
Pedro Luís Sabat, activista del MIR
Giselle López, delegada del Movimiento Cultural Afrocubano, Juan René Betancourt.
Rubén Carty Lowe, periodista independiente.
Rub♪0n Gonzalez, Movimiento Cultural Afrocubano, Juan René Betancourt.
Rosario Morales La Rosa, activista del MIR
Jorge Luis García Pérez (Antúnez), Partido Presidio Político Cubano, miembro del MIR.