martes, 14 de enero de 2014

Develando la infamia


Por: Manuel Aguirre Lavarrere
                      (Mackandal)
 O progresamos juntos en la definitiva integración de la nación cubana o juntos nos hundiremos.
Fernando Ortiz
Más que un afán constante, hasido un desvelo de la revolución castrista el ocultamiento de las políticas de inclusión social emprendidas por los gobiernos anteriores y que pusieron cierto énfasis en sacar al negro de la precaria situación en que se encontraba.
En 1940, a sólo treinta y ocho años de constituida la República y a cincuenta y cuatro de haber sido abolida la esclavitud, en 1886 – fue el penúltimo país del hemisferio en hacerlo, luego de Brasil-, Cuba pudo exhibir una de las Constituciones más avanzadas del mundo. A ella contribuyeron todas las tendencias políticas vigentes en ese momento. La coalición comunista, liderada por Blas Roca, tuvo un espacio amplio para exponer sus puntos de vista, sin que en ningún momento fueran privados de ejercer sus derechos. Muchos de los constituyentes eran negros.
No fue el castrismo quien primero mostró preocupación por el sector más desfavorecido del país ni el que le dio mayores oportunidades de expresión ciudadana, sino todo lo contrario. Luego del triunfo de la revolución, la expresión ciudadana quedó totalmente prohibida, tanto para los negros como para los blancos.
El entusiasmo por la caída de la dictadurade Fulgencio Batista y la confusión del paradónde vamos fue muy bien aprovechadapor el castrismo. Conllevó al desplome total de los derechos civiles y políticos, violados constantemente en Cuba, lo que le ha costados la vida a muchos y ha llevado tras las rejas y al exilio forzado a miles de cubanos,
El negro en Cuba puede mostrar una historia bien distinta a la que muestra la historia oficial.
Los argumentos en provecho del castrismo donde el afrocubano es descrito como un cero a la izquierda y un ente marginal sin valor ni ética alguna, no hacen más que invalidar los esfuerzos de hombres como Gustavo Urrutia, Fernando Ortiz, Juan René Betancourt Bencomo y una infinita lista de hombres y mujeres de distinta coloración de piel que se volcaron de forma racional y sin prejuicios a los estudios sobre el legado africano en Cuba y su importancia en la formación de la cultura nacional, así como los avances que en materia social este sector poblacional venía adquiriendo desde mucho antes de que colapsara la democracia.
Desde1959, han sido saboteadas, mediante amenazas, palizas y cárcel, cualquier iniciativa independiente a favor de la verdadera inclusión del negro en todos los sectores cívicos y políticos de la sociedad cubana.
Cuba logró aciertos mucho antes del castrismo. En aquella época, el intelectualcubano Carlos A. Cervantes planteóuna realidad que sigue plena: “Hoy los profesionales de color son miles. Doctos, capacitados y honorables. ¡Lástima que no puedan mostrar su pujanza tal cual la poseen!”

Publicado por Primavera digital