miércoles, 25 de noviembre de 2009

NACIONALISMO Y ABUSO EN CUBA

MANUEL AGUIRRE LAVARRERE
(Mackandal)
Racismo Es la doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior, explica el Diccionario de la Real Academia Española, y esto, por supuesto, basándose también en ciertos caracteres biológicos de la persona humana. Pero esta aseveración más que teoría sostenida es ya una acuñada doctrina, que aunque no tenga ninguna base científica que lo justifique, la afirmación de superioridad racial está implícita en el hombre como su sangre misma. Por ello son las injusticias que tal hecho acarrea en el cabal cumplimiento de los derechos humanos.
Este concepto de superioridad racial lo sufre el negro en Cuba, ramificado en un nacionalismo irracional y bullanguero que desorienta la praxis de la solución al racismo. Y en este sentido, el profesor en Ciencias Políticas, Ivo Duchacek, señala que el nacionalismo divide a la humanidad en unidades mutuamente intolerantes. En consecuencia el hombre piensa primero como norteamericano, ruso, chino, egipcio o peruano, y en segundo lugar, si acaso, como ser humano, señala el eminente académico en su libro “Conflicto y colaboración entre naciones”.
Muchas de las colaboraciones que brinda el régimen cubano a otros países, si bien llevan parte de humanismo, también demuestran un por ciento mayor de interés creado al estar apoyado en el deterioro de la vida nacional. “Muchísimos de los problemas que arrostramos hoy día”, dijo un ex secretario de Naciones Unidas, son el resultado de actitudes equivocadas, algunas de ellas adoptadas casi inconscientemente. Entre estas se halla el concepto de nacionalismo irracional: “Mi patria, tenga razón o no” .Este concepto de nacionalismo irracional juega un papel de primerísimo orden en cuanto al ser humano y su color de piel en Cuba, algo que expongo a continuación para un mental y meticuloso análisis: Juan Carlos González Marcos, más conocido por Pánfilo fue llevado a prisión con una condena de dos años por decir frente a una cámara de vídeo que en Cuba lo que hace falta es comida. Los defenestrados ministros y altos funcionarios del régimen, cuyo accionar político le ha costado a Cuba y a su pueblo la bochornosa experiencia de no saber siquiera quienes nos dirigen, si bien fueron separados de sus cargos, ninguno hasta la fecha a sido llevado a prisión, cuando se sabe que en algunos casos estuvieron en contubernio con extranjeros que le sacaron millones de dólares al país que muere de hambre y desesperación. La responsabilidad de estos funcionarios y sus delitos son mayores y mucho más grave que decir que se tiene hambre y hace falta comida. Pero de ellos uno solo es negro, los demás gozan de la ventaja de ser blancos. Pánfilo, como también Joel Lázaro Carbonell son negros humildes, sin derecho a la justicia ni a un análisis racional al margen de la coloración de la piel y el nacionalismo irracional.

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