miércoles, 11 de enero de 2017

La discriminación en el ámbito laboral cubano
Por Manuel Aguirre Labarrere
           (Mackandal)
Al triunfar la revolución en 1959 ante las ansias y expectativa de un nuevo periodo para Cuba, donde la justicia social y la equidad de género y raza serian garantizados por el nuevo proceso político. La clase, el sector más sufrido de la sociedad históricamente marginado, acogió mayoritariamente  el advenimiento de la alborada revolucionaria. No fueron falsas las promesas que este grupo de hombres barbudos habían formulado antes de llegar al poder y muchos de esos preceptos fueron cumplidos, tales como la unificación de sociedades y clubes de recreos, que hasta ese momento estaban divididos por el color de la piel, las playas fueron abiertas para todos los cubanos sin distinción ni privilegios poniendo de esta forma fin a un  apartheid playero que privaba a los afrodescendientes de disfrutar muchas de los mejores  playas del país solo porque el color de la piel les impedía disfrutar de ese derecho. Fueron las escuelas un motor de conocimiento donde negros y blancos participaban de la enseñanza sin otro  requisito que la voluntad personal de superación.
Así se fueron derrumbando muchos obstáculos que hacían de Cuba una de las sociedades más racistas y discriminadoras del continente, donde el negro para conseguir trabajo debía de hacer lo inimaginable‚ aun cuando fuera un profesional o persona capacitada para el cargo.
En el contexto de una nueva realidad el líder de la revolución, Fidel Castro, refiriéndose a la discriminación laboral  por el color de la piel, expresó:
Una de las batallas de las cuales es necesario hacer hincapié cada día más y puedo llamarla la cuarta batalla es porque se acabe la discriminación racial en los centros de trabajos.
/…/ de todas las formas de discriminación racial la peor es aquella que limita el acceso del cubano negro a las fuentes de trabajos. Porque es cierto que ha existido en nuestra patria en algunos sectores el bochornoso procedimiento de excluir al negro del trabajo./…/.
Es evidente el racismo estructural que se viene desarrollando en ciertos sectores emergentes, donde la discriminación racial contra los afrodescendientes es visible y cuya solución no asoma en ninguna de las tantas plenarias que desarrolla la Asamblea Nacional del Poder Popular, (Parlamento Cubano),  por lo que los afrodescendientes están obligados a realizar trabajos no calificados, incidiendo de forma aplastante en el  nivel de vida de este grupo poblacional cubano, aún cuando en algunas de estas familias existan personas que hayan adquirido una  ocupación laboral de mejor rango, no suple las carencias que al interior de esta comunidad se  vienen arrastrando desde la colonia.
Este fenómeno viola uno de los capítulos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en su Convenio 111 plantea que, los países deben formular y poner en vigor una política que promueva, con métodos adecuados a las condiciones y a las prácticas nacionales, la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y ocupación, a fin de eliminar toda discriminación al respecto.
Algo que debe ser de estricto cumplimiento para todos los miembros, donde a la vez sorprende la ausencia de Cuba en la ratificación de este mandato.         

Tabla.1.  Cararterisicas  de la muestra. Personas  entrevistadas  según color de la piel, categoria ocupacional  y sector de la economia, en % (del total  por grupos raciales)

Categoria  ocupacional
Sector  emergente
Sector   no emergente
                   Total
   B        
N
M
 Total
B         
N
M
Total
  B        
N
M
         Total

Dirigentes

24.0
11.6
14.4
49
18.7
18.1
16.9
11.9
 39        
15.2
21.6
14.7
13.0
88
16.9
Prof.tec y admin

26.3
11.6
18.8
56
21.3
30.6
22.0
18.3
60
23.4
28.1
17.6
18.5
116
22.4
Trab. Serv. Directo

33.3
37.2
36.6
92
35.1
0.0
0.0
0
0.0
0.0
19.8
15.6
16.5
92
17.7
Obrero  y t.serv. ind

16.2
39.5
30.0
65
24.8
51.1
61.0
69.7
157
61.3
30.1
51.9
51.7
222
42.8
Total
129
43
90
262
100
88
59
109
256
100
217
102
199
518
100


Cuando se miden los niveles de ingreso de las familias afrocubanas, resulta claro entender que este sector de la sociedad ha aprendido a vivir y sustentarse a través de la historia con muy poco  o ningún apoyo por `parte del estado, fenómeno que aun hoy, a pesar de contar con una revolución, la inclusión del negro sigue siendo deficiente en las políticas empleadas para beneficio social,donde no siempre llega con justicia y menos con un análisis diferenciado para aquellos grupos vulnerables, donde el afrocubano constituye mayoría y donde prevalece la injusticia, la marginación y el desprecio de los que deben garantizar la equidad y el bienestar social.
Impulsar medidas promocionales para combatir el racismo a través de  consultas previas con el plan de desarrollo y bienestar social, al que tenemos derecho todos los cubanos sin exclusión ni miramiento racial alguno como lo ordena el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), podría abarcar un amplio campo de problemas de injusticia para su solución a través de  leyes de plena inclusión, donde gente como uno sea verdaderamente gente como todos , y eso está por encima de privilegios, raza y desigualdades impuestas por un concepto de superioridad  por color de la piel.
La actual situación económica que atraviesa el país a pesar de su ligero aumento lleva a algo que nació en la esclavitud, y es el desprecio por el que consideran inferior y hasta la actualidad la deuda histórica con el afrocubano continúa intacta, a pesar de que hemos avanzado en varios campos, pero los tabúes y prejuicios negativos han impedido un mayor desarrollo de las capacidades de la mujer y el hombre negro en Cuba.
mal26755@gmail.com
Referencias.
 Colectivo de autores, Las relaciones raciales en Cuba, Estudios contemporáneos, Fundación Fernando Ortiz, 2011
Esteban Morales Domínguez, Desafíos de la problemática racial en Cuba, Fundación Fernando Ortiz, 2007










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