LA VERDAD SOBRE GUILLERMO FARIÑAS HERNANDEZ

Por Manuel Aguirre Lavarrere
(Mackandal)
Guanajay, La Habana
La amplia entrevista que publicó Granma, órgano de prensa del régimen cubano sobre el estado de salud del opositor Guillermo Fariñas Hernández, algo realmente impensable cuando se trata de un enemigo de la dictadura a no se aquella que hace varios años le sacaran al también opositor y líder de los derechos humanos en Cuba Ricardo Bofia con el insidioso titulo de Anatomía de un fullero, llama la atención y es un claro mensaje al mundo de la inminente desaparición física de este hermano mayor en aras de la democracia en la Isla; aunque deben saber, pienso que dirán, que no ha sido por falta de atención medica. Pero eso lo sabemos y ningún opositor ni ser humano bien nacido desea la muerte de su similar aunque corra por el carril contrario por insignificante que parezca su accionar en pos de la democracia. Nada de esto debe cegar las mentes para sopesar la realidad de Fariñas, que esta muy por encima de las prescripciones medicas y de la voz oficialista.
Guillermo Fariñas es un legendario luchador por el establecimiento de los derechos humanos en Cuba, algo que ha expresado en numerosos artículos y en charlas colectivas así como en entrevistas a corresponsales extranjeros radicados dentro y fuera del ámbito nacional. Desde hace más de 120 días entró en huelga de hambre como muestra de solidaridad con los encarcelados por el régimen en el 2003 durante la ola represiva que sufrió la oposición, conocida como la Primavera Negra de Cuba. La mayoría periodistas independientes con un deprimente estado de salud por los cuales pidió al régimen la excarcelación de estos seres humanos, algo que no se ha cumplido hasta la fecha y lejos de hacerse se agudiza mucho más la depresión en torno a la oposición y después del discurso del presidente cubano Raúl Castro Ruz al decir que “no cederemos ante presiones ni chantajes vengan de donde vengan”.Y en un amplio editorial del jueves 8 de abril del año en curso se diseminó y convocó a la población para acusar a la oposición de mercenarios al servicio del Imperio Yanqui y sus aliados europeos. Todo esto para trabajar los sentimientos patrios del cubano, y que vean a esta pacifica oposición como los fieros enemigos de una mansa y benévola revolución socialista.
Pero Guillermo Fariñas Hernández, este negro de mierda como oí llamarlo a un funcionario cubano, este delincuente, mercenario y antisocial ser humano, porque así lo llama el régimen y no podría ser de otra forma, curso estudios militares en la Unión Soviética, fue seleccionado como cadete de tropas especiales y enviado a Angola, combatió en Huambo. De regreso a la Patria estudio psicología en la Universidad Central de las Villas graduandote con envidiables resultados. Fue militante de la juventud comunista y electo secretario general de la organización en el centro del país. En 1991 durante los sucesos de Ochoa-La Guardia es expulsado por no estar de acuerdo con el fusilamiento del general. En 1991 Guillermo Fariñas es elegido secretario general del sindicato del Hospital Pedro Borras en La Habana y en esa época termina satisfactoriamente dos maestrías, una en antropología social y otra en psicología familiar y comunitaria. En 1996 rompe definitivamente con el régimen al denunciar robos y corrupción llevados a cabo por el personal administrativo del hospital. Es acusado por la directora del centro, una de las implicadas manejo ilícito y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y acusa a Fariñas de haberla amenazado de muerte durante la confrontación que resultó de la denuncia. Fariñas es llevado a prisión y durante ese tiempo se relaciona con disidentes presos y ya en libertad comienza su militancia opositora en el Frente Democrático Independiente desde donde realiza múltiples actividades a favor de la democracia en Cuba.
Esta es la verdad sobre Guillermo Fariñas Hernández y la que oculta Granma. Un hombre a punto de morir y que dejara un irreparable vacío dentro de la oposición pacifica cubana. “Tiemblen los tiranos ante hombres que son capaces de morir por sus ideas”.