Declaración del Movimiento de
Integración Racial Juan Gualberto Gómez
El Movimiento de Integración Racial Juan
Gualberto Gómez, como proyecto independiente de lucha contra el racismo y las
imposiciones emanadas por un mínimo sector de la sociedad a quien llamamos
gobierno, y dándose el derecho que le es negado por las leyes, tales como la
libre y espontánea asociación pacífica y la libertad de expresión, hace uso de
sus más elementales derechos ciudadanos, y expresa su rechazo a los acuerdos
derivados de la última legislatura oficialista desde su más alto órgano
legislativo, que es el Parlamento cubano.
Entendemos
que estas medidas están encaminadas al beneficio de la cúpula gobernante, y a
un mínimo y adinerado sector de la población, que estrangulando al pueblo, y encontrando
en la corrupción una vía de escape, han alcanzado un nivel de vida superior,
erigiéndose hoy como la nueva burguesía cubana.
Este
Movimiento, que no está compuesto sólo de negros y mestizos, como se quiere dar
a entender por parte del oficialismo y de personas mal intencionadas y
racistas, sino que lo compone todo el componente étnico del país y en sus más
diversas variables de género, ha podido observar de primera mano, y con
profunda tristeza, la última movida política del régimen en cuanto a la
elección de los nuevos embajadores cubanos, donde una vez más, y como
recordatorio de la segregación constante por el color de la piel, el negro ha
sido ignorado.
Frente
a estas abusivas arbitrariedades que van en detrimento de la convivencia ciudadana
y el decoroso nivel de vida, donde los conceptos de nación e identidad quedan
relegados, y aviva las prácticas racistas
por una política que contribuye al
mantenimiento de los estereotipos negativos y los prejuicios hacia la población
más oscura del país, exigimos, de forma unánime y en plena libertad de demanda
ciudadana, que se tomen los siguientes acuerdos:
•Una
ley orgánica que condene las manifestaciones racistas, ya sean por el color de
la piel o por cualquier otra lasciva a la dignidad humana.
•Una
ley que proteja a los ciudadanos de las arbitrariedades del estado.
•La
plena implementación de los derechos humanos, de los cuales Cuba es signataria
en muchos de sus acápites, y la ratificación y firma inmediata de aquellos a
los que se niega a aceptar y que van en beneficio de la ciudadanía.
•Una
ley que permita la plena y espontánea asociación pacífica, ya sea esta política
o civil a través de reformas a la Constitución, que permita la pluralidad y
donde cada organización pueda participar en un proceso electoral con pleno
ejercicio de las libertades, y la población, mediante el voto secreto y
directo, elija a su presidente, sin imposiciones de un parlamento, donde como
es sabido, todos bailan al compás de la
misma ideología, y el que no lo hace lo disimula.
Siempre
es desgracia para la libertad que la libertad sea un partido, José Martí, Obras
Completas. Edición Conmemorativa del
Centenario de su Natalicio, Editorial Lex, La Habana, 1953)
Aspiramos
a que la Constitución cubana sea garante de una verdadera libertad y
que los cubanos podamos vivir realmente en democracia.
Movimiento
de Integración Racial Juan Gualberto Gómez
La
Habana, 24 de julio del 2013.
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