martes, 1 de marzo de 2011

LAS RAZONES DE SERPA

Por Manuel Aguirre Lavarrere
(Mackandal)
Un nuevo agente de la seguridad del estado cubana se desenmascara y enseña su verdadero rostro. Formaba parte de la red de avispas adoctrinadas para penetrar a opositores pacíficos en la Isla y desprestigiarlos ante la opinión pública nacional y extranjeros.
Carlos Serpa Maceira es el nuevo desinflado, perdón, desinfiltrado que el sábado 26 de febrero último acaba de aparecer para dar testimonio de lo que el oficialismo acostumbra a llamar supuesta farsa de la oposición interna.
En el programa Las razones de Cuba, que sale al aire después del también desinformante , y agente audiovisual, Noticiero Nacional de Televisión, Serpa Maceira deja testimonio de su naturaleza servil y explayante desfachatez.
En todo grupo humano existen seres abyectos y la oposición no queda al margen de esta realidad. Lo demuestra Serpa Maceira, que después de un chivatazo fue reclutado por la Seguridad del estado y prefirió ser un siervo de la gleva, antes que un flamante agente 007.
Pero si algo, al menos para mí está claro y no deja margen a la duda, es que un atisbo preocupa al régimen con los grupúsculos, esos, que no tienen poder de convocatoria ninguna y son manipulados por funcionarios extranjeros.
Sus razones para desprestigiar a la oposición cubana es un icono gastado en la larga y espeluznante lista que personas como él revelan a pantalla completa y en la letra impresa.
Lo que no pudo demostrar con hechos en el tiempo que estuvo como espía dentro de la oposición, lo fabrica. Por eso las mentiras que enviaba al extranjero en cada reporte noticioso. Pero eran las suyas, y no de la oposición.
Para dar credibilidad a sus mentiras y sorprender a los televidentes con un melodrama en crescendo y un clímax electrizante, sale desprestigiado, no sólo dentro de la oposición, que buena, regular o mala, se mueve, sino también dentro una buena parte de la población que ya lo califican como un oportunista en tiempo de vacas flacas, y un payaso, vestido de hombre color del silencio.
Sin conciencia de patria y sin noción alguna de lo importante que es para el espíritu la recuperación de los valores, y el báculo que significa vivir en democracia, Carlos Serpa Maceira, es un esbirro de falsa pluma y mucha lengua.
El hundimiento intencional del remolcador Trece de Marzo, los sucesos del Río Canima en Matanzas, las torturas y muertes, el fusilamiento de tres jóvenes negros en el 2003 por salida ilegal del país, el asedio y maltrato físico contra opositores pacíficos y activistas de Derechos humanos, son realidades que padece el cubano y que sólo es posible sacar a la luz, mediante un periodismo independiente, cuyo único compromiso es la verdad.
Ya al final de su comparecencia y al mejor estilo de los culebrones televisivos, los dos intrépidos agentes se abrazan, dando por terminada… su abnegada misión.
Frente a la impotencia y a la cada día más creíble oposición que le hace contrapeso, el régimen cubano utiliza a personas que sí demuestran su baja catadura moral, diseño fiel de los que aman a los perros, y asesinan a las personas, sobre todo, si son de buena voluntad.

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