Por
Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
La
recién finalizada gira dfd3el presidente cubano, Miguel Días Canel
Bermudas por varios países amigos de Cuba, entre ellos Vietnan y
Corea del Norte, ambos de la misma tendencia ideológica que profesa
el país del visitante, demuestra que el socialismo cubano ha sido el
peor de los hasta ahora implantados en el mundo, culpa de los
dirigentes que desde 1959 se encuevaron en el poder.
Un
país como Corea del Norte, donde una dictadura dinástica y que
impera desde hace décadas, muestra un desarrollo y un nivel de vida
apreciable, donde a pesar de las restricciones al derecho,
encarcelamientos y muerte a los contestatarios, su vida fluye de
forma normal, algo que a sesenta años de partido único y
restricciones al pensamiento libre no ha logrado el régimen cubano,
ni en su accionar político ni bienestar social, un bochorno para un
pueblo que puso sus eseranzas en las promesas de una revolución
donde todo queda en el discurso y lo único apreciable es la
represión y la creciente corrupción al más alto nivel político
del país, donde es fácil apreciar las doferencias de clase tanto
por color de pel como por tendencias ideológicas.
Con
la esperanza puesta en el hallazgo de nuevos yacimientos de
minerales, el proyecto Mariel, un emporio marinero, militar y de
servicio, donde se incluye la nueva fábrica de queso de cabra para
la exportación y el turismo internacional, la deuda del país
aumentará estrepitosamente, que ya es de dos mil seiscientos
millones de dólares, donde lo único cierto será el regreso a las
encomiendas para saldarla .Todo por el capricho voluntarioso de
nuestros dirigentes de centralizar el pensamiento y el accionar
económico del país en lugar de darle rienda suelta al
liberalismo, porque aunque no sea la forma más correcta de
desarrollo de un país, ha sido el único modelo que ha podido
mostrar resultados positivo a corto y medianos plazo, resultados
donde lo que importa es poner al ciudadano por encima del mercado.
La
falta de harina de pan para ofertar este producto básico a la
población, indispensable en la mesa cubana, la falta de papel en los
bancos para efectuar cheques, ausencia de recetas en policlínicos
donde el médico se ve impedido de recetar al paciente, la
congelación de aumentos salariales, la insatisfecha generación de
nuevos puestos de trabajo y la vagancia involuntaria, son parámetros
para afirmar que Fidel Castro tenía la razón, cuando entrevistado
por un periodista norteamericacano en una de sus ultmas entrevistas y
la ultima dada a un periodista norteamericano, afirmó que el
socialismo no es bueno ni para nosotros mismos.Pero ya era tarde , su
altruismo hacia una ideología que había elegido para sí,
no le permitieron darle mejor vida al puebñlpo, del cual el formaba
parte al, menos por nacimiento.
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