Por: Manuel Aguirre
Labarrere
(Mackandal)
En
los últimos años las investigaciones sobre otros grupos étnicos en
el país ha tenido un seguimiento sistemático, como lo demuestran
los aportes que ha brindado el Instituto Cubano de Antropología en
la búsqueda y esclarecimiento de nuestro primeros pobladores, así
también la Cátedra de Antropología Biológica de la Universidad de
la Habana, Luis Montané, devienen puntos importantes para la
continuidad de estos trabajos, muchas veces en coherencia con
trabajos similares en otras provincias y demostrados en eventos de
rango internacional ,como lo demuestra el Evento de Afrología,
realizado periódicamente en la capital del país y extendido a otras
provincias del ámbito nacional.
Pero
los resultados obtenidos por especialistas en el ámbito de la
sociología y las comunicaciones culturales no son tenidos en cuenta
por el alto mando del oficialismo, donde solo prima la opinión del
que en ese momento lleva la voz cantante en la política cubana, que
como todo el pueblo sabe es siempre la misma desde hace más de
cincuenta años para merma y desconsolación de las aspiraciones
personales.
Cuba,
sociedad pigmentocrática desde los tiempos de la colonia y sigue
siendo bajo los parámetros del color una sociedad que conlleva la
buena voluntad con el racismo sutil, ese malestar cotidiano y bajo
todos los estratos sociales, que permea a toda la sociedad cubana, ya
que existen también las diferencias por la tenencia y la no
tenencias de ciertos acomodos sociales, focalizados fundamentalmente
dentro de la llamada población blanca cubana.
La
historia demuestra que los presidentes cubanos tienen la manía de
justificar los desaciertos y leer desfavorablemente la realidad
social del país y subestimar el sentido común y la memoria
colectiva de la población.
En
el contexto
actual de Cuba donde la experiencia de las ineficacias oficiales es
patente, es sin duda el racismo el punto culminante de la política
cubana para el cual no tienen respuesta.
Lástima
que justo en el momento que el mundo celebra y rinde tributo al
aporte africano en el tejido de naciones y la Organización de
Naciones Unidas (ONU) ha declarado el decenio de la herencia africana
hasta el 2025, sea Cuba tan remisa a reconocer la parte más
importante de su tejido social en cuanto aportes al surgimiento de la
nación, al quedar por detrás de países como Brasil, Colombia,
Costa Rica, Ecuador, Hondura, Nicaragua y Panamá que ya han
reconocido jurídicamente su existencia y la inclusión social se
encuentra repartida en todos los sectores sociales de sus respectivos
países, que aunque por debajo de su nivel poblacional, la voluntad
política que están demostrando hará que las diferencias por el
color de la piel sea cada día menos visible.
Todavía está por ver
si ese avance económico que se viene anunciando en los últimos
tiempos tendrá como destinatario a los bolsones más vulnerables de
la sociedad, donde pululan y reproducen como hongos los
afrodescendientes, o caerá en manos de las Fuerzas Armadas y la
Policía, dirigentes partidistas y descendientes hijos de papá, y se
condene cada vez más al olvido a ese importante porcentaje de
connacionales, donde el color de la piel los obliga a vivir la
invisibilidad política y la dimensión del excluido .
mal26755@gmail.com
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