lunes, 25 de enero de 2016

Literatura alternativa,


Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Desde hace años se viene realizando una creación independiente a la que merece la pena dedicarle al menos algunos párrafos, dada su importancia.
Esta creación independiente se desplaza con múltiples temáticas.
No se trata de un movimiento propiamente dicho, sino más bien de escritores que han sentido la necesidad de hallar una forma de expresión distinta a la de los creadores nucleados en la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Esta modalidad diferente de concebir la literatura lo hace de una forma mayormente contestataria, al mostrar aquellos aspectos que son difíciles de ver en la literatura oficial.
En la cuentística destacan nombres como Luis Cino, autor que recientemente presentó en Miami su libro de cuentos “Los tigres de Dire Dawa”, agotado en su totalidad durante el Festival Vista, un proyecto que trata de visibilizar a aquellos autores que no son bien vistos por el régimen de la Habana por escribir como escriben.
Juan González Febles, ganador del premio Voces de cambio en el año 2008 con el cuento “6622 de Iberia” es otro de estos destacados escritores. De su volumen de cuentos El libro de la Habana, se espera una próxima presentación en Miami, con presencia de su autor.
Otro de los autores es Ángel Santisteban Prats, ganador de varios premios, entre los que destacan el Alejo Carpentier en 1986 con Los hijos que nadie quiso, el premio César Galeano en 1999, finalista del Juan Rulfo que convoca cada año Radio Francia Internacional, y el premio Casa de las Américas en 2006 con su libro de cuentos Dichosos los que lloran. Ángel Santisteban fue merecedor del premio Franz Kafka de novela con El verano en que dios dormía. Es sin duda uno de los escritores más destacados dentro de la literatura alternativa, aunque por un tiempo militó en las filas del oficialismo literario. Con “Los hijos que nadie quiso” ganó el premio UNEAC en 1995.
Frank Correa y Tania Díaz Castro, el primero como narrador y la segunda como poeta de finos y arraigados versos, son dos de los escritores independientes que dan vida a esta modalidad surgida espontáneamente y por mandato de la conciencia entre escritores que hacen del arte de narrar y la poesía un modo muy novedoso de contar las cosas.
Menos suerte ha logrado la poesía, donde destacan autores como Rafael Alcides y Rogelio Fabio Hurtado, ambos ganadores de importantes certámenes en distintos eventos y lo mejor que hoy pueda encontrarse en materia poética, tanto oficialista como alternativa.
Pero no siempre la lucecita del entendimiento alumbra hacia la parte más destacable de este género literario y se cometen múltiples injusticias. A veces son ignorados los buenos para destacar a los mediocres, como pasa ahora mismo con Rogelio Fabio Hurtado, un poeta de los ya casi en extinción por su magnífica forma de hacer poesía, esa que intimista o no, hace vibrar en cada palabra, en cada verso, lo cual da un sentido a la poética y una idea de lo que es un poeta frente a la página en blanco, domando las palabras más cerreras.
Valdría poner la mirada en un género poético prácticamente en desuso y tan gustado como es la poesía negra o negrista, como le suelen llamar algunos estudiosos, con sus inmensas posibilidades para la declamación, de lo cual dan testimonios famosas figuras como Luis Carbonell y Eusebia Cosme, quienes la pasearon por grandes escenarios internacionales.
Para la conservación del patrimonio cultural cubano, bien se podrían publicar algunos textos que ahora mismo se producen en el país por escritores independientes, aunque sean bien pocos los que puedan o se atrevan a cultivarla, dado el grado de complejidad que conlleva, como el caso de la jitanjáfora y las onomatopeyas, y a poseer como ninguna otra modalidad poética, un alto grado de musicalidad. Ahí están los ejemplos de Regino Boti, Ramón Guirao, José Zacarías Tallet y los más destacados cultores del género, con los que alcanza un acabado perfecto: Nicolás Guillén y Emilio Ballagas.
No se puede olvidar el aval tributado por el negro a la cultura cubana. Desde un principio ha estado presente en las letras y demás manifestaciones artísticas del país, bien por referencia o físicamente.
Literatura de pensar alto, sentir hondo y hablar claro, es la que se gesta entre los escritores que han decido liberar sus sentimientos y ganas de hacer, una literatura que libera y hace pensar.
Primavera Digita 14 de enero de 2016
mal26755@gmail.com

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