Por:
Manuel Aguirre Lavarrere
( Mackandal)
Es
hora ya de que el castrismo dé vía plena al derecho, la democracia y la
verdadera integración racial.
Ni
en la República ni en los procesos políticos posteriores le ha sido fácil la
vida a los afrocubanos.
Hubo
una etapa en la que se les hizo creer que a través de la
superación
personal la situación de este grupo social mejoraría, y que el negro debía
esforzarse en ese sentido.
Pero
en la política de inclusión no figuraba el factor económico, eje fundamental
para el avance ciudadano.
El
afrocubano fue excluido de las políticas de inclusión económica y no se le dio
la oportunidad de mostrar su talento, a no ser en el deporte o en ciertos
sectores artísticos.
Hoy,
esos son sectores importantes para el reciclaje financiero y el mejoramiento de
las condiciones de vida. Pero en la mentalidad totalitaria del castrismo, es
consustancial que el negro sólo sirve para divertir al blanco, y el dinero lo
controla el Estado.
Hacia
eso se encamina la nueva política cubana. Su variable de Nuevo Modelo Económico
no ha hecho otra cosa que darle vía libre al que ya tiene y empobrecer más a
los empobrecidos históricos, y así seguir engrosando los bolsillos de una buena
parte de los dirigentes cubanos, desde el Comité Central del Partido Comunista
hasta el último peldaño del engranaje político, a costa del hambre y las
necesidades básicas de la ciudadanía.
No
hay un solo medio de comunicación que se atreva a tocar el tema, hecho que
facilita el bandidaje y la incurable corrupción política en Cuba. Todo amparado
por los militares, que también se salpican y viven de espaldas a sus obligaciones con el pueblo
y sin conciencia del sentido de la Patria.
Luego
de la crisis económica de 1929, hubo un proceso de inclusión entre los años
1940 y 1958, producto del auge económico experimentado en Cuba en esos años. En
esa prosperidad económica, el negro no quedó al garete. Cuando se le
aumentó el salario a los obreros azucareros, incluía tanto a negros como a blancos,
Así pasó con el aumento a los trabajadores agrícolas, que sin distinción
alguna, fueron beneficiados. El llamado plus pascual o Arturito, fue
tanto para el blanco como para el negro. La legislación laboral se hizo pareja
para todos, y las clínicas de maternidad estaban a disposición de las mujeres
blancas y negras, por igual.
Las
llamadas sociedades de color fueron fundamentales para visualizar las demandas
de los afrocubanos. Figuras prominentes del ámbito político y cultural fueron
el grupo de presión para hacerlas realidad.
Son
hechos que el castrismo jamás ha querido reconocer.
¿Para
qué tantas mentiras?
Cuando
en 1945 don Fernando Ortiz publicó El engaño de las razas, puso al
descubiertotodo lo que la antropología y la biología había mostrado como“científico”.
El sabio cubano, en sintonía con el pensamientoantirracista de José Martí,
expresó: “Hablar de razas congénitamente superiores o inferiores es negar todo
el fundamento de la biología contemporánea. No hay razas predeterminadas, ni
elegidas, ni malditas. Lo que si hay es racismo y este es sin duda uno de los
más graves problemas que tiene América que resolver en todas sus latitudes”.
¿En
qué latitud está Cuba?
Blancos
y negros fueron parte de las transculturaciones ininterrumpidas que a través de
siglos tuvieron lugar en Cuba. Blancos y negros son depositarios de la cultura
nacional, que hicieron juntos. Por igual se jugaron el pellejo en la manigua
por una Cuba justa y de inclusión
ciudadana. Blancos y negros se alucinaron con el triunfo de la revolución
castrista, y blancos y negros se han desilusionado por igual, al comprobar la
traición a la patria y al pensamiento y legado del Apóstol.
Blancos
y negros no compartenhoy los mismos beneficios. Eshora ya de que el castrismo
dé vía plena al derecho, la democracia y la
verdadera
integración racial.
De
no reconocer estos derechos, la Patria
de todos sus ciudadanos, blancos negros y mulatos, estarán cargando esa
esclavitud de la que el socialismo es su heredero.
Como
dijo Francisco de Armas y Céspedes: “La esclavitud no es otracosa que la
negación de los derechosde la humanidad, la infracción de lospreceptos divinos,
la superposiciónde la fuerza y el agravio sobre ladebilidad y la justicia”.
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