martes, 14 de agosto de 2018

Lagunas de un proyecto constitucional. Primera parte

Lagunas de un proyecto constitucional. Primera parte
Por Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Al triunfo de la revolución en 1959 Cuba contaba con una constitución que a solo treinta y ocho años de haberse constituido como República fue aclamada como una de las más avanzadas de América que dejo boquiabiertos a múltiples políticos estadounidenses por el apego humanista y democrático de su espíritu.
Pero el altruismo político y social de esa Carta Magna no era conveniente para el emergente gobierno y con el so pretexto de que esta es una revolución de reformas y la constitución también tiene que transformarse, la engavetaron y el país transitὁ sin Ley de leyes durante diecisiete años, cuando en 1976 y aconsejados por la antigua Unión Soviética, de que el país no podía seguir sin Constitución y basando su ordenamiento por decretos, se da a conocer al pueblo la Constitución que hoy pervive en la Isla y que ha sufrido varias enmiendas todas apegadas a las apetencias ideológicas del Partido Comunista. Y no la ley de leyes que debe regir los destinos jurídicos y sociales de una nación plurietnica y con intereses diversos.
Hoy, después de la salida del general de ejército Raúl Castro como presidente de la Republica, Cuba se encamina hacia una reforma constitucional ya anunciada desde su mandato y cuyo anuncio ha despertado el interés de millones de cubanos que esperan por fin una Carta Magna ajustada a los ideales liberales de nuestros próceres ilustres, al entusiasmo contagioso y aglutinador de Camilo Cienfuegos, el líder de mayor poder de convocatoria de la revolución, y al espíritu humanista y democrático de nuestro Apóstol José Martí que muy temprano y como visionario insigne previὁ y sentenció lo que debe ser una Constitución.
Ya una vez presentado el anteproyecto de constitución ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento Cubano), en su novena legislatura, se han dado los primeros debates con voz y voto de los parlamentarios, que para conocimiento de algún despistado todos pertenecen a la misma tendencia política, es decir son caimanes del mismo pozo y con ausencia total y malintencionada de la nunca legalizada oposición cubana. que continúa segregada política social y laboralmente dándolos a conocer al pueblo, que no conoce el verdadero quehacer de este segmento social, como traidores a la patria, agentes de la CIA y mercenarios al servicio de una potencia extranjera preferentemente del imperialismo yanqui con Sede en cualquier lugar de Estados Unidos para satanizarlos y condenarlos a injustas penas de prisión.
Son muchas las restricciones que presenta el anteproyecto de constitución sobre derechos civiles y políticos recogidos en la Declaración Universal de derechos Humanos como la creación de sindicatos independientes, partidos y asociaciones pacificas con fines humanitarios y de integración nacional, derechos que la mayoría de los países del mundo han hecho suyos y los han incluido en sus distintas constituciones como eslabón fundamental de la equidad social.
Mientras que un segmento de la población no sea incluido con plenos derechos al debate y las manifestaciones pacíficas. Mientras que los poderes legislativos y judiciales estén sometidos a dictámenes partidistas y no tengan autonomía. Mientras tengan altos dirigentes con expresiones de que el hombre y la mujer negra cuando no la hacen a la entrada la hacen a la salida. Mientras los destinos de la Patria sigan bajo el control de un partido excluyente y segregacionista. Cuba seguirá siendo un país racista y discriminador.
Solo después de sanear al país de semejantes prejuicios y expresiones negativas, podrán salir del Parlamento con la frente en alto, pararse frente a nuestros próceres ilustres y decirles Hemos cumplido, dándole a la Patria una Constitución con todos y para el bien de todos; y no con todos y para el bien de algunos.

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