Elecciones
en Cuba
Por
Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal))
,A
pocas horas de concluidas las elecciones para elegir a los delegados
provinciales y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, (Parlamento Cubano), no son pocas
las opiniones de un buen número de la
población sobre estos comicios
Desde
que se dio a conocer la convocatoria no han faltado voces que cuestionen la
veracidad de las mismas y no son pocos los que creen que más que
elecciones son una burla al pueblo y al
concepto plural de democracia, pues aunque se pueda votar por uno o por todos,
la realidad radica en que todos tributan
para el mismo partido, el comunista, puesto que las opciones de otras
tendencias políticas están prohibidas en la Isla desde que triunfó
el régimen castrista.
Este
derecho excluye a muchas personas cuyo por ciento real es incalculable, donde
solo y de forma oficial las da a conocer la comisión que a nivel nacional rige
estos comicios, donde el por ciento de boletas depositadas en blanco, anuladas
y ciudadanos que no aparecen en las listas de electores por sus reiteradas
ausencias a las urnas darían un por ciento
mayor al que dictamina la comisión.
No
reconocer en la lista de votantes a ciudadanos con derecho a ejercer el voto
aunque no asistan, es violatorio de todo
proceso orgánicamente democrático.
Cuando
un ciudadano no aparece en la lista de votantes, la cual sale de oficio y sin
ningún problema para todo el país, este ciudadano es violado en sus derechos y no existe como ser
humano. Al no existir no tiene derecho a reclamar cualquier beneficio social
que debe ser otorgado a toda la ciudadanía.
El
derecho al sufragio o negarse a hacerlo no implica la anulación de su nombre en
la lista de votantes. Pero el apego a la verdad
en el que deben figurar todos los ciudadanos aptos para hacerlo es de obligado
cumplimiento para las mesas electorales y no existe razón alguna para
desconoiones.cer su existencia.
En
esta situación se encuentran tanto
ciudadanos normales, a los que les importa muy poco estar o no listados, otros
que les dalo mismo quien sea elegido o no porque cualquiera que salga será más
de lo mismo a favor del continuismo político, como activistas pro derechos
humanos a los cuales se les negó el derecho de elegir y ser elegidos aun cuando iban apegados a las leyes
y la Constitución vigente, donde varios fueron encarcelados temporalmente y
otros retenidos en sus casas hasta culminadas las elecciones. Pero aun así el
régimen no pudo impedir que algunos ciudadanos votaran por ellos.
El
malestar de los renegados a particiàr en estos comicios se justifica, al
comprobarse que en estas contiendas solo se asiste a la carera de un solo
caballo, algo que en democracia seria un total sin sentido.
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