(Mackanda)
La
anunciada salida del presidente cubano Raúl castro, deja la amarga
experiencia de no haber resuelto muchos de los problemas emergente que
atraviesa a sociedad cubana.
De
esos problemas uno de los as sensibles es el racismo, tema que llego al
parlamento en uno de sus debates y que en los sucesivo ha pasado por debajo de
la mesa aunque proyectos oficiales e independienteslo señalan constantemente
por el auge que este fenómeno ha tomado en los últimos tiempos por ser visible
el deterioro y la marginalidad en que vive la población afrocubana en un
porciento mayoritario.
Ningún presidente de los que lo precedan va a
resolver problema. Un país tomado por fuerzas militares bajo fuerzas de poderes
dictatoriales, donde la única opción ciudadana es la obediencia o el
encarcelamiento le ser
A muy difícil salir de los patrones
políticos establecidos y puestos en
marcha contra la voluntad de una buena
parte de la voluntad popular.
Por lo que la intensión de abrir el debate en
cuanto los destinos democráticos de la patria se torna nulo en estos momentos
aunque activistas de derechos humanos y gestores políticos pujan por que se
haga realidad esta aspiración ciudadana.
Gesto plausible y que debe ser respetado sea cual sea la tendencia política t
fines democrático.
.
Han manipulado los espacios públicos y
voluntad ciudadana como les ha venido en gana. Han saqueado las riquezas del
país a su gusto y conveniencia con fines marcadamente personales. Experiencia
que da para pensar que sea cual sea el nuevo presidente y sus propuestas
políticas, el saqueo de la patria es lo que estará reinando en la mente
calenturienta de las que hasta ahora se llaman revolucionarios con espíritu socialista.
Saqueo que desde hace
tiempo viene teniendo lugar pero que aumentará de forma vertiginosa una vez que Raúl Castro salga del poder.
Y no será el pueblo
el que saquee las riquezas del país. La patria será saqueada por aquellos que
hasta ahora se han vendido como revolucionarios con espíritu socialista.
Pasó en la antigua Unión soviética, en
Rumania, ¿por qué no esperarlo en Cuba?
Triste esperanza para
el pueblo cubano, que tendrá que escoger entre el seguir sometido bajo las
botas del poder corrupto, o llenarse de valor y dignidad y cambiar las reglas
sean cuales sean los medios y hacer justicia en la patria
Solo así daremos alegría a nuestros próceres histórico
haciendo saltar del poder al grupúsculo que
la mansilla.
mal26755@gmail.com
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