Por: Manuel Aguirre
Lavarrere
(Mackandal)
Dentro
de una etapa de exploraciones y demandas,
que se van a dar en la vida política y social de Cuba a partir de los años veinte de constituida
la república, va a brotar dentro de
la cultura cubana y en consonancia con el grupo Minorista, que surge al calor de
charlas y conversaciones de todo tipo en el antiguo Café Martí en la capital
cubana, cuya figura más sobresaliente sería Rubén Martínez Villena, un movimiento
que alcanzaría talla extra en cuanto a la identidad lírica y social cubana al
plantearse muchas cosas que habrán de tener vigencia por las realidades que se están dando en ese
momento en el país.
El
negrismo, que a partir de fínanles de los años veinte viene a dar sus primeros
pasos, tiene su influencia más cercana con el proyecto que en Estados Unidos
venían desplegando figuras afroamericanas que años más tarde serían famosas en
el campo de la literatura y el arte y que algunos visitaron la Isla. Esto fue
el conocido como Renacimiento de Harlem.
En
Cuba, las figuras más sobresalientes lo serían precisamente dos camagüeyanos,
Emilio Ballagas y Nicolás Guillén. El primero lleva en su sangre la herencia española,
el otro el clamor del oprimido, el grito esclavo. Pero ambos fusionarán su talento
y gallardía poética en la sabia criolla que irradiará y de tal manera el
ambiente cultural cubano, que durante una larga década serán innumerables los intelectuales
blancos, negros y mulatos que se verán flechados por este aire renovador de
esperanza en la búsqueda de la identidad y nacionalidad cubana.
Esta
segunda generación republicana luchará contra los prejuicios raciales, al quedar
esta nueva oleada de jóvenes escritores inmersos en una etapa de entreguerras
que desencanta y ya sin aquel orgullo patrio que tuvieron sus antecesores, que
eran sabedores de una guerra y tantas batallas que los enorgullecía.
En
el negrismo confluyen todas las formas lingüísticas de la población cubana.
Vale tanto lo español como las lenguas congas, carabalí, el yoruba y el habla
bozalona de los esclavos y de cuantas formas y variedades del habla afrocubana
penetraron la cultura léxica criolla. Fue una especie de transculturación
lingüística que permeó formas y manifestaciones artísticas como el teatro, la
novela, y de cierta manera el lenguaje visual de la pintura.
Movimiento
que ya se venía gestando desde que, en 1929Regino Eladio Boti compuso su Babul; pero ya un año antes José
ZacaríasTallet había compuesto La Rumba
y Ramón Guirao su Bailadora de Rumba
Modalidad
poética y literaria, que con Ballagas en su Cuaderno
de poesía negra, y Guillén con Motivos
de son y Sóngoro cosongo, extiende sus
tentáculos, contagia y hechiza a figuras que se verán flechadas por esta
originalidad, al quedar relegado, tanto en Europa como en América el
Modernismo, que será sustituido por una forma nueva de expresar, con evasión o
sin ella, la realidad circundante en la Isla como lo fue el Movimiento
Vanguardista.
Fue un momento de crisis en la cultura
artística de occidente, mientras que
aquí florecía el verso de apego a
la identidad y a la tierra, como lo hicieron
Manuel Navarro Luna,Regino Pedroso, y
Alejo Carpentier, quien mandaba
sus poemas desde Francia y que su monumental obra novelística nubló el peso y el contagio de sus poemas
negristas. No fueron mucho, pero los escribió. Escritores que aportan sustancia
y sostén a todo un movimiento, que por su estructura y novedad, se erige, por derecho
propio entre lo más preciado que en materia lírica haya dado cualquiera de las generaciones
cubanas, y que ojalá hoy, poetas y ensayistas, narradores y hombres de
pensamiento avanzado, retomaran una modalidad artística, que si bien tuvo su
primer impulso en intelectuales afroamericanos, nunca dejó de ser toda ella cubana.
Eso le dio la universalidad que fue prestigiada por otra grande de la declamación,
Eusebia Cosme, quien la llevó a planos de excelencia alrededor del mundo, para
orgullo de Cuba y de su gente.
Para
Cuba actualidad
mal26755@gmail.com
1 comentario:
He leído detenidamente este artículo, pero no he conseguido alcanzar ningún mensaje implícito.
Muy literario...pero ná.
A mi me habría gustado un comentario sobre el racismo en Cuba, ese mal que recorre las venas de blancos y negros, de los que tienen muchos masters, cursos y premios, o de los que no tienen nada, y que les hace creer en ese axioma de los niveles en función a la habilidad o azar de las generaciones anteriores para blanquearse.
Ese racismo que obliga a estudiar mas a un negro que a un blanco para finalizar una carrera.
El peor racismo es el del negro con sus propios congéneres, que yo veo cuando unos albañiles se meten con una joven paseante negra que no se inmuta ni les mira, y a la que le acaban siempre diciendo..."pero quien tu te crees, negra...acaso te crees que eres blanca?...
Y la gente fuera de Cuba se piensa que en esa antes hermosa isla, no hay racismo.
Pues solo hay que mirar el % negro de la población cubana, y el % de negros que hay en el Gobierno.
Eso si tiene miga, Makandal, pero lo que mas le gusta al Gobierno es un escritor.... ciego, sordo y mudo.
Te felicito por todos tus honores y medallas.
Yo soy blanco y mi mujer es negra.
Saludos.
Publicar un comentario