Por:
Manuel Aguirre Lavarrere
(Mackandal)
El
Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez” pide tener voz y voto
como movimiento independiente en los debates oficiales.
Y pena debieran sentir los que tal disponen; porque ningún
extranjero que aquí traiga la representación de su nación ignora que este es un
pueblo de blancos y de color, que nosotros fuimos la mayoría en la guerra de
redención, y que si no estamos debidamente representados en todas partes, es
porque a ello se opone un sentimiento de profunda injusticia y una peligrosa
usurpación de derechos.
Generoso Campos Marquetti (1884-1966)
(La raza
de color y el gobierno. La República Cubana 30 jul. 1902:2)
La
solución del problema racial está afectada en el momento actual por la
situación económica que vive el país, el aumento constante de la corrupción
administrativa y la aguda crisis de valores en la sociedad cubana.
Jamás
y bajo ningún otro gobierno fueron tantos y tan seguidos los crímenes de lesa
economía ni tan inquietante la impunidad oficial.
Si
en otros períodos del proceso castrista la parálisis de justicia social tubo su
justificación en la consolidación del sistema y el enfrentamientos con los
Estados Unidos, en el momento actual no se avizora que sea diferente y sí cada
vez peor la vida de los afrocubanos por las estrategias cosméticas que se
movilizan para sofocar, no tanto el racismo como sí una sublevación sin
liderazgo y pacífica por quienes están impedidos de lo mínimo indispensable
para subsistir.
Cualquier
observador se dará cuenta de las manifestaciones verbales de personas de ambos
sexos pertenecientes a este grupo vulnerable en cualquier rincón de la capital
y del rencor embalsamado en varias provincias del país. Hay inquietud, valor y
deseos de hacer. El miedo queda relegado a un segundo plano.
A
nivel oficial se habla de estrategias de lucha y de grupos creados a la sombra
del poder que también reprimirán a los que desde adentro sufren todo tipo de
acoso y negación de derechos; mostrados a la opinión pública internacional como
“afro-mercenarios” o “negros serviles al imperio y a la afroderecha”. Ese es el
tono, el modo de ofender la dignidad y silenciar los derechos de los que se han
negado a seguir de tíos Tom.
Aún
así, el Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez”, tiene cosas
que decir con respecto al problema racial en Cuba.
Tiene
valores que aportar y estrategias de lucha surgidas al calor de los debates y
del contacto directo de persona a persona con buena parte del entramado étnico
de la nación cubana.
Es
por ello que pide tener voz y voto como movimiento independiente en los debates
oficiales. Es una entidad que es parte del problema y que con todo derecho
exige ser parte de la solución.
De
ser negado este derecho, en Cuba jamás se podrá hablar de democracia, y mucho
menos de soberanía, porque esto también incluye a la persona humana en sus
auténticas y legítimas demandas, donde el color político o de la piel no tiene
nada que decir.
Es
de hipócritas habituales proclamar amor y unidad cuando los hechos demuestran
lo contrario. Sólo conduce al aumento de privilegios y desigualdades.
Ahí
está la tea: la llama la encenderá cualquiera.
Publicado por Primavera Digital, 14 de febrero
de 2013
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