martes, 17 de julio de 2018

Cuba: reforma constitucional y ciudadanía
Por Manuel Aguirre Labarrere
( Mackandal)
Creada la comisión encargada de emprender los debates en torno a arietario del Partido comunista de cuba y ex residente Raúl Castro Ruz, se abre la oportunidad para planteamiento plurales que conlleven a una verdadera reforma democrática de la Carta Magna comunista como opositores pacifico donde queden incluidos tanto militantes del partido comunista como opositores pacíficos de diversas tendencias ideológicas
Para lograr una plausible constitución nada sería más adecuado que abrirle las puertas a ese importante sector de la sociedad y tan imprescindible para el equilibrio de las políticas públicas y críticas constructivas que solo una oposición desprejuiciada y patriota puede hacerlo para el bien común legal de la verdadera soberanía de la sociedad, sector reconocido con base legal en todo el mundo a acepción de Corea del Norte y Cuba donde solo los partidarios del comunismo tiene el derredor por la voluntad de sus ciudadanos y satanizando en sus acciones pacificas a buena. parte de sus ciudadanos.
Pero como parte de la sociedad les asiste por derecho de nacimiento y razones democráticas a ser incluidos en los debates de la constituyente y ser escuchados con respeto y transparencia.

LA Constitución de 1940 no excluyó a ningún sector político de la sociedad y dio plenos poderes a los comunistas cubanos, que legalizados por Fulgencio Batista, tuvieron la oportunidad de debatir y hacer sentir sus puntos de vista, porque no se trata de una fiesta, se trata de la legitimidad de un documento sagrado que es la Carta Magna de la República, y con eso no se juega ni se va a las medias tintas.

Una constitución donde los constituyentitas sean todos del mismo partido jamás ganará la aprobación internacional y mucho menos de sus marginados políticos, y sus leyes expuestas a ser violadas Porque nadie puede pretender el apego y sometimiento de un pueblo bajo una sola ideología

Por ello esta reforma a la Constitución cubana debe tener presente varios puntos importantes para que sintonice con los preceptos que pregona, y fiel al espíritu del apóstol de nuestras guerras libertarias, José Martí, que no solo dijo: Yo quiero que la ley primera de la república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre; sino que supo, como hombre adelantado y visionario dejar presente, de que Una Constitución es una ley viva y practica que no puede construirse con elementos ideológicos.

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