martes, 3 de diciembre de 2019


El racismo y su evolución en Cuba
Por Manuel Aguirre Labarrere
          (Mackandal)

Al incidir el color de piel en el destino social de las personas, con un bajo nivel de distribución económica donde las clases altas, en el poder militar y político, se rehúsan a distribuir  decorosamente recursos a las clases bajas que agudizan la pobreza y la marginalidad de los afrodecendientes en el país, y que no esstan dispuestos a ceder ninguno de sus privilegios a fabor de los más vulnerables
Se avanza muy poco y en los últimos aňos la parálisis de bienestar social, que si bien golpea a toda la ciudadanía, se hace más visible en la población afrodescendiente por ser el sector menos valorado en la pirámide social, con muy pocas esperanzas de salir adelante con una administración política  discriminadora y propensa solo al blanqueamiento corporal y mental de los ciudadanos a través de un guión epistémico y neocolonial disfrazado de un fracasado patriotismo, que en los últimos cuarenta años solo ha servido para justificar la corrupción autorizada del partido comunista y la represión de los uniformados al menor brote de disidencia pacifica, que con todo derecho le sobran razones para manifestarse. Realidad vigente y pujante en la isla aunque no se quiera reconocer, racismo crudo y discriminación agigantada es el presente de la población afrocubana, donde solo es comparable con países como Peru, Chile, México y Argentina, cuatro países que van a la vanguardia del racismo mediático latinoamericano, y donde hasta hace poco solo se reconocía en la formación de sus culturas, la participación de lo indígena y europeo desconociendo totalmente los aportes fundacionales africanos,  aunque Naciones Unidas haya decretado el decenio de los afro descendientes bajo el lema Reconocimiento, Justicia y Desarrollo
Con la misma perseverancia que los gobernantes cubanos han llamado a inundar las redes sociales de mensajes contra el bloqueo esdoudidense, bien pudieran, y con el mismo derecho llamar a inundarlas también con mensajes contra el racismo , tema de permanencia constante y que desgraciadamente, los dirigentes cubanos lo pasan por debajo de la mesa, lo que da crédito al argumento de la ciencia racista que argumentaba que la historia  de los africanos no existía ya que todos los africanos eran pobres.
Si desde que se fundó la república hace más de un siglo, Cuba no se ha podido construir como nación, el entreguismo, netamente por intereses creados de las elites Supremacistas y de espaldas al ciudadano, da para pensar que,  con tales barros, surjan estos lodos.


martes, 22 de octubre de 2019


Afrodescendientes, integración social y demagogia.
 Por Manuel Aguirre Labarrere
                 (Mackandal)   
En nuestra fetichista sociedad cubana, especuladora y simuladora de opulencia y bienestar, feliz de conocerse justa multiétnica y pluricultural donde la clase y el origen étnico en nada cuenta, que habla constantemente de desarrollo bienestar,  de cultura,  de justicia social, de seguridad, de libertad de expresión y respeto a los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, de inclusión social como algo ya plenamente conseguido para nosotros y para las generaciones futuras, donde el socialismo y solo con el socialismo estamos representados como algo así como el faro de América latina y ejemplo imperecedero para las nuevas generaciones de cubanos , en un logro de democracia que ilumina al mundo,
. En el plano económico también se remarca la idea de un
Justo mercado socialista donde la riqueza centralizada en el poder político es la forma ideal de desarrollo
Hubo un discurso invisibilizador  de lo negro desde la élite política y desde la sociedad que acontecimientos históricos que puso al afrodescendientes en desventaja, temió  socializar con este sector de la sociedad cubana que fue en un principio ignorado durante el  proceso de construcción , y si bien a través del esclavizado entró la industrialización al país, también por él se diseño y puso en práctica un proyecto de nación estructural que lo invicivilizó., “Ser afrodescendiente es una decisión de identidad cultural que también tiene que ver con un sentido de pertenencia, con cuestiones biológicas, y con una ideología que va más allá que la mera política. Asumir lo afro en una sociedad, que desde su fundación como república decidió ser blanca dejando afuera como en el resto de América, la herencia africana, no es tarea fácil y mucho menos lleve a lograr una verdadera integración etnos-racial con tolerancia y respeto hacia la otredad donde lo siniestro, lo ilegal, es señalado como cosa de negros.salorizada en su jusrto dimensión de aportes en todos los campos
esa invicibilizacion de lo negro como positivo en el entramado político y fundacional de la nación,  marcado una marcada construcción social e vincula a la miseria, la abyección a los aptos de crímenes, a lo feo lo inculto y una serie de estereotipos negativos que hacen que la cultura afrodescendientes deje o sea menos valorizada en su justa dimensión como portadora de auténticos valores positivos
si bien la invisibilidad del elemento africano em nuestro país, no ha sido verdaderamente cultural, el blanqueamiento y los complejos de personas negadas a aceptar su herncia afrodescendiente y la negación de sus aportes a la cultura, a imposibilitado su inserción plena en muchos aspectos de la vida política, y social del país debido única y exclusivamente a una política de negación que acumulada desde la colonia, reafirmada en la república todavía los actores políticos y decidores del bienestar y la justicia social siguen renegados a aceptar lo afro como parte esencial del componente  genético nacional.. porque entre lo indígena, lo español y lo africano, no es lo ibérico nuestra primera raíz.


martes, 8 de octubre de 2019


Racismo estructural y política cubana
Por Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Existe a nivel mundial una herencia cultural africana que desciende de los múltiples procesos que los grupos afrodescendientes han protagonizado y enriquecido de generación en generación.
Hablar del tema hoy respecto a la mirada mundial con respecto a los descendientes de africanos a dado un giro cuando desde mediados de la década del 1990 la política mundial comenzó a abordar temas que anteriormente eran invisilizados o tenido a menos. Naciones Unidas proclamo el decenio de los afrodescendientes bajo el lema RECONOCIMIENTO, JUSTICIA Y DESARROLLO, cuyo periodo abarca desde (2015 al 2024) para dar un impulso definitorio y poner en valor la herencia de un grupo étnico, que por siglos a sufrido la injusticia a través de un racismo cuentico que definió la conformación estructural de nuestros países donde se argumenta que la historia de los africanos no existía porque todos los africanos eran pobres o esclavos, encontrándose en lo más bajo dentro de la pirámide socia de nuestros países. Clara injusticia si se tiene en cuenta que el desarrollo que alcanzó América latina fue gracias a la mano de obra de hombres y mujeres esclavizados los que hasta este momento no han recibido ningún tipo de indemnización después de sobrevivir a una etapa tan cruel y homicida, trafico forzado, cuya resultas económicas formaron parte del comercio mundial que duró más de 300 años.

Si en la colonia el color de la piel determinaba el estrato social y el acceso al poder, lo cierto es que aunque se acabó el sistema colonial, los cubanos, como en el resto de América donde hubo esclavitud, aun se continua afirmando esa visión clasista y racista hacia las personas, que por tener un color de piel distinto se les niega accesos y oportunidades porque se ven impedidos de descolonizar la mente.
En Cuba, si bien continúan esas prácticas clasistas, aun con una revolución que prometió acabar con el racismo y lejos de eso lo que ocurrió fue un ocultamiento de los prejuicios y hoy salen a la luz de forma palpable .La política cubana fue y continua racista aunque quieran aparentar lo contrario llevando a puestos decisorios a algunas afrodescendientes solo para acallar las voces descontentas de hermanos que desde el exterior han levantado su voz contra el racismo en la isla pidiendo oportunidades para sus hermanos presos del abuso y la exclusión social y política.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha puesto sobre el escenario político el tema Cuba respecto al racismo y la exclusión social, también es sabido que el régimen de la Habana no quiere pertenecer a ese alto organismo internacional ni permite la visita de sus representantes a la Isla para que palpen de primera mano y de cara a los afrodescendientes, la realidad de este importante sector de la población cubana, y así poder eludir compromisos y seguir en el desgobierno al margen de toda ley justa para los ciudadanos.
La idea de la superioridad racial, fue heredada por las elites económicas durante y después de la colonización. Antonio Maceo hizo ver este fenómeno cuando el Marqués de Santa Lucia, Salvador Cisneros Betancourt, expreso que Maceo tenía que conformarse con lo que se le diera. La respuesta del Titán de Bronce no se hizo esperar y poco faltó para retarlo a duelo.
Al constituirse Cuba como república en 1902, hubo un intento de aniquilamiento de la población negra que tuvo su punto más alto en la masacre de 1912, contra los miembros del Partido Independiente de Color (PIC). Luego se intentó aislar a esta población creando una división territorial llamada La franja negra de Oriente con el propósito de aislar a los afrodescendientes del resto de la población, sin acceso a ningún derecho razonable y justo. Esos son algunos momentos que ha soportado el afrocubano en la Isla que ayudó a construir con mano de obra esclava y después con salarios de hambre donde la política estructural lo mantuvo en el más bajo nivel de la pirámide social.
La situación, aunque durante las tres primeras décadas de revolución hubo un cambio beneficioso para esta población, hoy se revierte de forma alarmante y los afrodescendientes, sin derecho a un justo reclamo dejado por la secuela de la esclavitud, algo que moralmente se le debe exigir a España, la actual administración cubana, hace caso omiso y da continuas calladas por respuesta a cuanto justo reclamo haga una mujer o hombre afrodescendiente, empezando por el presidente de Cuba, para el que muchos afrocubanos y ciudadanos en general comentan en pedir con manifestaciones pacificas, su renuncia, porque nada bueno traerá a la nación en general, a no ser tolerar la corrupción, el despotismo ilustrado y la incompetencia política.



miércoles, 28 de agosto de 2019

Términos de identidad étnica racial



           Por Manuel Aguirre Labarrere
                 (Mackandal)
  Mucho se viene hablando en los últimos tiempos del vocablo afro y afrodescendiente, dos términos que engrosan la lista académica de los estudiosos y lideres contra el racismo para clasificar culturalmente a los descendientes de estas etnias que llegaron a América a través de la trata esclavista.
Estos son términos de reciente aparición t por ese motivo muchas personas se niegan a aceptarlo ya que creen que el definirse como afrodescendientes puede provocarles mayor exclusión laboral y movilidad social en sus respectivos países.
El concepto afro tiene que ver con toda la supervivencia histórica, musical, culinaria, religiosa, de lo que fue la cultura africana que  llega a América a través de los esclavizados de ese continente. Decimos afro y no africana porque es una supervivencia, una descendencia y tiene que ver con la cultura creada por  estas múltiples poblaciones llegadas a las Américas Así tenemos una cultura afro de influencia  Bantú, Yoruba, Hausa,Ashanti y que responde a las distintas zonas de donde fueron transportados Lo afro es todo lo referente a los usos y costumbres africanas, al conjunto de valores culturales, espirituales y a los orígenes de estas personas llegadas por la fuerza desde ese continente. A la resistencia, a sus descendientes y ancestros, manteniendo viva una tradición ancestral, desde la cocina, los rituales, la religiosidad, la música, y toda una gama de valores morales y culturales que perviven y se enriquecen a través de sus descendientes Muestra de ello es el carnaval, fiesta que llega a Americe a través de los europeos pero que se enriquece con la influencia de la cultura africana, o el camdombe de Brasil y Uruguay. El tango, que implica un canto, un baile y una expresión cultural visible en lo africano, aunque después hay cambiado por la influencia italiana y española, pero su origen es africano cosa que ha sido Señalado por prestigiosos musicólogos cubanos e investigadores de países diversos, como el uruguayo Oscar Montaňo,  en su libro Historia Afrourguaya vol.1
 Pero donde más se ve esta transculturación es en la religiosidad, donde los africanos identifican a sus santos a través de la religión católica, así tenemos a Yemayá, Babalú Ayé, Changó, Ochún, y una veintena de santos africanos que claramente perviven y veneran de generación en generación de afrodescendientes y de muchas personas de diversos orígenes que han tomado estas prácticas como modo religioso de sus vidas. En la música son ejemplo el bluf y el yaz, este procedente de la combinación de tres tradiciones, la afro, la europea y la autóctona de los Estados Unidos.,
Afrolatinos. Son los descendientes de aquellas primeras población que llegaron como esclavos y que se han mezclado con los distintos grupos étnicos de americe formando una sociedad pluriétnica y multicultural que a través de un intenso mestizaje  dan origen a lo que el sabio cubano don Fernando Ortiz denominara para Cuba, bien se puede extender a América como es el concepto de que  Cuba es un ajiaco.
Racismo estructural, se refiere al momento en que se construyen las repúblicas los indígenas y afrodescendientes quedan excluidos o ubicados en lo más bajo de la escala social de nuestros países
Afrodescendiente  el termino afrodescendiente nace en Chile  en el año 2000, durante la conferencia continental contra el racismo y luego se reafirma durante la conferencia en Durban Sudáfrica en 2001


miércoles, 26 de junio de 2019


España, ¿amistad o reconquista?
            Por Manuel Aguirre Labarrere
                     (Mackandal)
Si bien sólo unos pocos son capaces de dar origen a una política, todos nosotros somos capaces de juzgarla.
                                                      Pericles de Atenas

«España no debe perder Cuba por segunda vez», fueron las palabras de Eusebio Leal durante una entrevista ofrecida al Diario el país de España, en la emisora Habana Radio, en la Lonja del Comercio de La Habana, Cuba.
Para el historiador de la Habana y uno de los mejores oradores cubanos de todos los tiempos, con un léxico insuperable, subyugante y memorial, solo comparable al inmortal encomiador y miembro del otrora Partido Socialista Popular Salvador García Agüero, de quien se cuenta que paralizaba al país cada vez que se presentaba en la radio, la asesina y exterminadora Reconcentración de Valeriano Weyler, contra la población cubana, que lleno de enfermedades a todo el país causando innúmeras perdidas de vida, incomparable maquiavelismo en la historia de Cuba,  la esclavitud y la explotación parece no tener importancia y su posición apeguista llama al olvido de la infamia.
Los europeos descubrieron y conquistaron América a finales del siglo XV. Durante 400 años explotaron las riquezas minerales del continente: oro, plata, piedras preciosas, y aprovecharon las condiciones geográficas para producir materias primas que vendían a buen precio en Europa. Para trabajar en las plantaciones utilizaron mano de obra esclava de origen africano. En la época colonial y hasta avanzada el siglo XIX, millones de hombres y mujeres fueron comercializados entre África y América.
Decir que no se puede juzgar con cánones morales actuales lo que aconteció en el pasado es una falacia. En lo moral siempre han existido principios que son permanentes en el tiempo. La religión católica enarbola uno de estos principios cuando dice no mataras, y que Montesino, en una de sus homilías  al principio de la Cuaresma se la recordó a los españoles,
Nada bueno le dejó España a Cuba, nuestros próceres lo confirman en la voz de Carlos Manuel de Céspedes cuando dijo que España gobierna a Cuba con un brazo de hierro ensangrentado.
Esta fue la razón por la que varios próceres cubanos­ entre ellos Céspedes quien la pidió cuatro veces­, decidieron pedir la anexión de Cuba a los Estados Unidos en reiteradas cartas al entonces presidente Ulises S. Grant, que  rechazó la propuesta, pues Cuba debía nacer libre y soberana, aparte de que un Estado más adherido a Estados Unidos traerían  múltiples consecuencias ya que ese país estaba en pleno auge sobre los debates de la emancipación de los esclavos. Pero se hubieran anexado  a cualquiera por tal de sacudirse del yugo español.
A la importancia de la visita del presidente español, da una justificación que mas que llenar de orgullo a los cubanos debe causar vergüenza, pues es una humillación  y restregar en el rostro de la Patria,  que ese trofeo de guerra viene a Cuba como símbolo de una reconquista y que ahora no estarán dispuestos a soltarla. Como nunca lo estuvieron, más bien fue la presión de Estados Unidos y su apoyo en sanear la Isla otorgar becas a los cubanos cuando el país ibérico estuvo a punto de exterminar a una nación durante la Reconcentración nacimos sin deuda en 1902, gracias a la intervención de Estados Unidos frente a España,  que no estuvo nunca dispuesta a la emancipación de la isla y para lograrlo estuvo dispuesta a jugase hasta la última peseta y exterminar hasta el ultimo cubano, desde el más viejo hasta lo que estuviesen mamando.:«la silla, tallada en una palma real con una estrella solitaria grabada en su respaldo, se la llevo a España el gobernador de la isla Valeriano Weyler. han sido 21 años de gestiones para traerla de regreso, cedida por dos años, gracias al apoyo del ayuntamiento de Palma de Mallorca: “¿cómo no ver en este acto un hermoso gesto, no ya de reconciliación, pues esa está hecha hace mucho tiempo, sino un acto sincero de amistad? lo que España trae es una parte de ella, y lo que nosotros recibimos es una parte nuestra, somos un solo corazón y un alma sola, en las buenas y en las malas».
Si desde  que se fundó la República hace más de un siglo, Cuba no se ha podido construir como nación,  pues el racismo y la ausencia de derechos políticos y civiles por la poca voluntad  y firmeza política en estos temas, que han impedido  ese ideal supremo, el entreguismo, netamente por intereses creados de las elites   y de espaldas al ciudadano, da para recordar, que de aquellos barros estos lodos.
 La historia es para pensar el presente y pensarlo con criterios propios. Tratar de obviar esa realidad es tergiversarla y poner al país al servicio de LA NIÑA, LA PINTA Y LA SANTA MARÍA.

miércoles, 12 de junio de 2019


Partida de Ajedrez

Por Manuel Aguirre Labarere

Conocer las expresiones de la cultura y la historia de los pueblos afrodescendientes en América no solo implica conocer las distintas religiones y su música. Implica acercarse a un panorama amplio que abarca música, ritmo y baile, comidas y bebidas, cultivos para alimentar el cuerpo, el espíritu, procesos de resistencia al sistema represivo de la esclavitud, marginación y adaptación, luchas libertarias, confrontaciones políticas y raciales, corporalidad y sexualidad, transculturación, creencias y religión, todo lo que articule la identidad de los pueblos y las personas que dan vida a la diáspora africana en América y en Cuba.

Pero aún así, los únicos factores que fomentan los criterios, prejuicios raciales, sentimientos, actitudes y conductas racistas, no son la ignorancia, o la falta de información sobre estos aspectos, pues sino se combatiría con argumentos, razones, persuasión y educación. Sobre todo lo concerniente a los criterios genealógicos, que constituyeron el indicador priorizado, en los mecanismos de transmisión y tratamiento de las ideas, concepciones y prejuicios sobre el tema racial. Tampoco lo es, la apertura estatal de las religiones y otras expresiones culturales afrocubanas, incluida la música africana. Ni se combaten solamente con la implementación de leyes. Es una cuestión mucho más compleja.

Hay que ir a otros componentes en la mente de los hombres, pero de otra índole: hábitos, costumbres, necesidades, motivaciones, sentido de la vida,  tolerancia, justicia, violencia, los intereses que se persigan. Los privilegios que han gravitado sobre la nación, y que se quieran o no mantener. Teniendo en cuenta que podrían estar presentes hasta de forma inconsciente, por lo que para poner fin a semejantes obstáculos tenemos que autoanalizarnos y luchar a veces contra nosotros mismos.

Todas las causales mencionadas del racismo y la discriminación racial, en última instancia tienen que ver directamente con condicionantes materiales y objetivas difíciles de controlar, tanto por el sujeto, como por el estado. Para comprender la desigualdad ligada a la racialidad se requiere ubicarla en este contexto más amplio donde se refuerzan y articulan otras desigualdades. La realidad histórica, socioeconómica, en que viven o del que partieron los individuos, son limitantes que no garantizan el acceso por igual a los bienes materiales necesarios, el acceso al empleo, los ingresos, ni el consumo.

Estudios de la década del 90 encontraron que los negros y mestizos estaban sobre representados en los sectores empobrecidos. Una población en situación de pobreza no está en capacidad de satisfacer por sí misma sus necesidades básicas. Ni es el mismo su ambiente social y familiar, que el de otros grupos, ni la atención individual al hombre y sus necesidades básicas. La presencia de una mayoría de trabajadores blancos en actividades de mejores ingresos como las firmas y el turismo habla de una concentración de los recursos económicos y materiales en estas familias. También en las nuevas formas de trabajo cooperativo y trabajos por cuenta propia, las mujeres no blancas tienen menos acceso o las tienen subordinadas en ocupaciones menos remuneradas y de menos importancia. Se ha visto que en las vocacionales hay una sobre representación de hijos de intelectuales y se encontraban menos hijos de obreros y campesinos. Llegar a la Universidad es más fácil para la población blanca, mientras los otros iban nutriendo las escuelas de técnico medio.
 
El tema de la vivienda que ha ido a un ritmo muy lento, ha traído la heterogeneidad de la población conviviendo y compitiendo. El crecimiento demográfico de la población y del grupo discriminado, ha hecho que surjan rivalidades y conflictos, de todo tipo, así como por el trabajo.

Aunque la Revolución Cubana hizo una reforma agraria, urbana, dio acceso a la educación y salud gratuitas, y amplió el acceso a la cultura, lo que fue beneficioso para estos grupos. El que sigan actualmente estas diferencias, como hemos visto, tiene que ver con otro fundamento, con lo que se llama “punto de partida”. Estos grupos marginados partieron desde grandes distancias con respecto a otros grupos, y ello ha condicionado también, que en realidad no sea el mismo, su desarrollo sociocultural, que incluye sus hábitos, costumbres, gustos, intereses, motivaciones, sistema de valores, actitudes, conductas, etc.

Las diferencias vinculadas a la raza superviven. Obstaculizando el desempeño de nuestra libertad, y derechos humanos ante la sociedad. Y lo peor es que ninguno de estos aspectos es tenido en cuenta al juzgar, las cualidades, actitudes y conductas del grupo discriminado. No se tienen en cuenta al explicar muchas de las situaciones familiares o conductas sociales negativas como la mala educación, apariencia personal, malos hábitos higiénicos-sanitarios, el alcoholismo, la primacía de actividad delictiva en estos sectores, problemas de desempleo, etc.

Estas diferencias afectan actualmente las relaciones interpersonales a todos los niveles y su actividad en las entidades sociales, pues no se acaba de entender, que todos tenemos nuestras propias características, diferentes a otros, y que éstas, no deben ser motivo de la pérdida de ninguno de nuestros derechos como seres humanos.

Se dice que le corresponde al Estado cambiar estas condiciones, y no es menos cierto. Liquidar estas desigualdades depende de modificar las condiciones de partida. Exige una mirada propositiva a estos temas, cómo actuar. Actuar a la vez sobre el conjunto de diferencias existentes. Todas representan formas de injusticia social, ninguna es menos importante que otra. 

El estado debe procurar políticas focalizadas, direccionadas, afirmativas o de discriminación positiva. Concentrarse en las condiciones de vida desfavorables de la población no blanca. Crear ventajas y situaciones más propicias, para los que parten de una situación inferior para disminuir las brechas de desigualdad. Destinar presupuestos para actuar sobre las especificidades de sus problemáticas. Se habla de un fondo de compensación territorial para políticas de desarrollo locales. Una mayor apertura para que los diversos grupos sociales puedan hacer demandas de forma mucho más directa a como lo han hecho hasta hoy, en un universo de libertades y garantías. Se debe permitir el acceso de todos los ciudadanos de forma igualitaria a la salud, educación, todos los puestos de trabajo, cargos públicos, sociales, de dirección, jerarquías políticas y militares para los que estén capacitados. Dar a las personas garantía de sus derechos.

No es menos cierto que en Cuba algunas de estas igualdades están planteadas y son avaladas por la ley, aunque algunas de ellas en la práctica social son resquebrajadas por ciertas realidades, económicas y políticas embarazosas que han impedido la realización deseada.
           
La realidad histórica, socioeconómica, en que viven o del que partieron los individuos, siguen siendo limitantes. El estado no ha podido garantizar el acceso por igual a los bienes materiales necesarios, el acceso al empleo, los ingresos, el consumo, etc. No ha podido implementar las políticas que usan otros países desarrollados, necesarias para dar respuesta a estas desventajas materiales y objetivas.

Mas, debemos tener en cuenta que esta situación, es reforzada cuando no se prioriza una educación abierta a la diversidad racial, que impida desde la infancia que vuelvan a producirse desvalorizaciones y prejuicios raciales negativos. La historia de Cuba y otras especialidades deben recuperar, haciendo justicia, el papel de negros y mestizos en la construcción de la sociedad cubana. La política de los medios de comunicación y difusión estatales, tanto televisivas como radiales, debe ser más abierta a la diversidad racial presente en la sociedad. Representar a los diferentes grupos de forma más equitativa y en igual derecho de representar papeles protagónicos o relevantes que contribuyan a valorar otras imágenes de la ética, estética, la belleza, etc. Lo que no ocurre hoy en día.

Pero si bien las la labor y políticas estatales son esenciales. Y se hace imprescindible establecer nuevas políticas para solucionar esta problemática. No es menos importante la solidaridad que le corresponde desempeñar a cada persona y a cada grupo social en la consecución de este fin. Hay un gran número de ciudadanos preocupados por estas cuestiones, pero debemos ser más. Hay que elevarse espiritualmente. Tener en cuenta las particularidades del otro, ponerse en su lugar, comprenderlo, sentir sus inquietudes, desvelos, brindarle el afecto humano y fraternidad necesarias. Las personas deben ser respetadas y tenidas en cuenta al proyectarse desde sus condiciones particulares; ya sean de raza, sexo, origen nacional, educación, creencias políticas, religiosas, etc.  Hay que abogar por la tolerancia y el entendimiento humano.

Se requiere de una mano dispuesta a brindar ayuda, apoyo, amistad, acercarnos al que sufre y ha sido humillado, a quien necesitamos conocer y escuchar o quien necesita ser conocido y escuchado… Es difícil pasar por encima de prejuicios y estereotipos formados durante siglos o años de existencia, pues el racismo “es sordo; no escucha…” y antes de oír, y conocer a la persona ya se hizo una imagen y una opinión… Precisamente este trabajo va encaminado a que tomemos conciencia de algunos de los factores que nos alejan a unos de otros, pues el conocimiento de su existencia es ya un paso de avance para que tengamos la intensión de erradicarlos, y esta intencionalidad nos llevará a manifestar cambios en nuestra conducta; consecuente con los más dignos y altos principios humanos.  

Si somos portadores de una consciencia, ideas de entendimiento, diálogo, y comprensión y nos ha sido dada la posibilidad de ser mejores personas, más próximas al amor, la caridad, la solidaridad, la esperanza, el perdón, la fraternidad. ¿Por qué no hacerlo? Y dar realmente igualdad de oportunidades a todas las personas, mirar con una nueva óptica cada uno de nosotros e instar a los demás a hacer lo mismo…





martes, 11 de junio de 2019


Propuestas ciudadana al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejercito Raúl Castro Ruz, encaminadas a poner fin a la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
Lo que hay que dictar es el anatema y la condenación pública contra aquellos hombres llenos de pasados resabios que tienen el poco escrúpulo de venir a discriminar a unos cubanos, de venir a maltratar a unos cubanos por cuestiones de piel más clara o más oscura, porque en definitiva todos los tenemos más clara o más oscura, ya que aquí el que no la tiene un poco morena, porque viene de españoles –y a España la colonizaron los moros, y los moros venían de África- la tiene más o menos morena porque nos viene directamente de África. Pero nadie se puede considerar de raza pura, y mucho menos de raza superior.
Fidel Castro Ruz


En el contexto actual cubano se viene evidenciando una subida vertiginosa de las prácticas racistas enfocadas fundamentalmente por el color de la piel, En este sentido son los negros y mulatos los que sufren esta discriminación, cuyo problema exige una urgente respuesta del Estado, donde políticamente se puedan llevar a cabo acciones afirmativas de mayor inclusión social, creando leyes y decretos que penalicen severamente las practicas y manifestaciones racistas en nuestro país Para este punto sería saludable retomar la Constitución de 1940, donde se dieron pasos positivos legalmente legislados para las manifestaciones de racismo, propuesta que fue defendida por los parlamentarios socialistas, como Juan Marinello y Salvador García Agüero.
El Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez, que más que un Movimiento es un nutrido grupo de personas donde se atestigua la coloración de todo el componente étnico de la sociedad cubana, desea participar como Grupo Independiente en los debates que se puedan dar respecto al racismo y la marginalidad en el Parlamento Cubano, y tener, como ciudadanos de a pie, voz y voto en los mismos, convencidos de que muchas de las mejores soluciones se generan fuera de los recintos gubernamentales aunque sean estos quienes las aprueben o rechacen. Para ello llevamos una serie de propuestas que de tomarse en cuenta pueden ser un primer paso para disminuir los efectos de la discriminación y exclusión social en Cuba
Convencidos de que el problema de la discriminación por el color de la piel exige una mayor atención y seguimiento a los sectores y grupos emergentes, lo cual debido a la situación política de Cuba solo se puede obtener a través de políticas públicas que enfoquen su atención hacia los sectores más desfavorecidos de la sociedad cubana, como demanda la nueva etapa evolutiva de la Patria.
Las garantías de los derechos civiles y políticos deben ir más allá del derecho al estudio y la atención médica gratuita. Por cuanto algunos dirigentes, abusando de su poder e inmunidad cometen prácticas de discriminación, que van desde la ofensa verbal hasta la negación de derechos. Una Ley que penalice estos hechos, garantizaría el derecho de emplazar al Estado por semejantes prácticas de sus funcionarios. Es un derecho viable y alcanzable, donde la ciudadanía se vería fortalecida cívicamente. Entonces estaríamos haciendo Patria, y honrando, de forma decorosa y práctica el legado de nuestros próceres ilustres.
Si bien la Declaración Universal de Derechos Humanos hace énfasis sobre este flagelo, la Declaración Universal de la Unesco sobre la diversidad cultural de 2001 y la no discriminación ha quedado establecida a nivel Internacional, la persistencia del racismo en todas sus formas es un fenómeno que no debe dejarse a la buena de Dios y pensar que solo el tiempo podrá acabar con este bochornoso fenómeno, que lacera la vida y la psiquis de múltiples seres humanos en el mundo, ya sea por su origen étnico, lugar de residencia o color de la piel, este ultimo el más frecuente históricamente en nuestro país.
Convencidos que mientras persistan y se admitan estas prácticas no llegaremos a ser una Patria inclusiva e incluyente, y mucho menos una nación, el Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez, pone a disposición del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del Presidente de la República, de sus Ministros y Parlamentarios, estas propuestas, nacidas de la observancia diaria y desde abajo.

PROPUESTAS
Crear el Ministerio de atención al afrodescendiente.
Crear imágenes de marcas antirracista y multiculturales
Crear imágenes de marcas presentes en la educación y la cultura,
Presencia mediática garantizada de la radio, prensa, la televisión e Internet sobre temas de prejuicios y discriminación.
Crear una Cátedra de Estudios Etnos-Raciales, ya que ello contribuirá al mejor conocimiento de nuestros orígenes y abrirá en los ciudadanos el lente profundo de las etnografías y las pigmentaciones de la piel.
Crear y poner a disposición de la ciudadanía un Manual de Buenas Prácticas que enseñe como nombrar y no nombrar a las personas, y contribuya a disminuir los estereotipos negativos contra personas que pertenecen a un grupo étnico determinado.
Una Ley orgánica que penalice hechos de discriminación, habilitaría el derecho de emplazar al Estado por semejantes prácticas de sus funcionarios.
۰Crear un Comité de vigilancia que cabildee las manifestaciones de racismo a nivel nacional
Revisión de nuestra Carta Magna, para que se acoja al anhelo de nuestro gran José Martí, cuando dijo que una Constitución es una ley viva y practica que no puede construirse con elementos ideológicos. Basados en este principio, es que proponemos la revisión de nuestra Carta Magna, para que se acoja al anhelo de nuestro Apóstol y que deje de ser un mecanismo de obstrucción y las diferencias ideológicas que tantos daños han causado a muchas personas y atesora múltiples e incontables despidos laborales por pensar las políticas de formas diferentes y protestar contra el racismo.
Permitir una bancada de los grupos independientes de lucha contra el racismo en el Parlamento, a fin de equilibrar las diferencias con justicia, y que estos parlamentarios sean elegidos entre ellos para cumplir en pleno goce y reafirmación patriótica, con uno de los grandes conceptos martianos, legando a Cuba y al mundo, la irrefutable convicción de que siempre es desgracia para la libertad que la libertad sea un partido.
Una ley de comunicación que obligue a todos los medios, dar no menos de un diez por ciento de su programación diaria para grupos afrodescendientes, donde se pueda difundir su cultura, tradiciones e importancia en la formación de la nación cubana, a través de la historia, y con obras de teatro, radionovelas y dramatizados de televisión con visible presencia de negros y mulatos en roles protagónicos. Y sancionar a los medios que no acaten la disposición establecida.
Planes de igualdad de oportunidades en las compañías y organizaciones en los diferentes sectores del país.
Diálogo social entre los sindicatos y los empleadores estatales y privados para promover la igualdad racial.
Garantizar la igualdad racial en los puestos directivos y promover modelos de gestión sensibles a la dimensión de género y color de la piel
Formación en técnicas de liderazgo para afrodescendientes de ambos sexos en la lucha contra el racismo.
Cursos sobre igualdad de género y raza para directores de instituciones políticas y civiles. Ello debe contemplar el sector educacional
Capacitar a los afrodescedientes para puestos directivos, culturales y políticos.
Integrar la perspectiva racial a todos los niveles de la educación cubana de modo constante y obligatorio.
Que sea de consulta obligada y ejecutable para los dirigentes cubanos, la propuesta de Fidel Castro Ruz contra el racismo, y que ello incluya a los miembros del Partido, Comité Central y del Buró Político.
La soberanía Señor General, no es solo el derecho que tiene un país con relación a otras naciones sobre su territorio. La soberanía conlleva como fundamento a la persona humana, y cuando esa persona humana es violada en sus derechos, entonces, ¿de qué soberanía estamos hablando? ¿O es que acaso la soberanía que ejerce un poder político sobre el resto de su población se le puede llamar soberanía? De ser así, entonces estamos hablando de una soberanía impuesta y fuera de todo vestigio de democracia
Cuba se ha caracterizado a lo largo de su reciente historia por tener un gobierno de marcado carácter autoritario, intolerante con cualquier atisbo de disidencia, y hermético a toda propuesta que no provenga de su grupo de poder.
Creemos que es hora ya de que seamos escuchados, porque aun con visiones diferentes sobre el presente y futuro de la Patria, somos cubanos, y tenemos derechos como ciudadanos nacidos, criados y con residencia permanente en esta tierra.
Señor General, no se hace una Revolución para maltratarla ni maltratar a sus ciudadanos. Una revolución implica el apego a la verdad y el respeto a las diferencias. «.La fidelidad por obligación es prueba de que el sistema ha fracasado.» Pero Cuba debe salvarse aunque el sistema fracase, porque Cuba es la Patria, y no puede ser convertida en feudo ni capellanía de nadie. Sería olvidar la historia y la lucha por la equidad social y el pleno gozo de derechos humanos, seria echar al barranco la Patria toda.
Porque se ha echado a un lado una etnia que es paradigma de la nacionalidad cubana. Se han burlado los principios patrios. Han traicionado el legado de su propio líder, que van más allá del constante enfrentamiento Cuba- Estados Unidos.
Por eso es saludable recordar a Núñez de Arce cuando dijo׃
Cuando un pueblo olvida sus virtudes, lleva en sus propios vicios su tirano.
Aplíquese entonces el concepto martiano, de con todos y para el bien de todos. Y no con todos y para el bien de algunos.
¡Viva la Patria!
Manuel Aguirre Labarrere
(Mackandal)
Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez
Celular: 53601217
E-mail: mal26755@gmail.com



miércoles, 29 de mayo de 2019


La Rebelión de los Orishas…

Por Manuel Aguirre Labarere


En Cuba, el racismo encontró, en la explotación de la mano de obra del negro esclavo durante el coloniaje español, y en las estructuras de dominación en las que devino el capitalismo dependiente, condiciones propicias para afirmarse en la ideología, la psicología social, el pensamiento y las prácticas cotidianas de la sociedad. Se asentó en el modo de vida, para formar parte de una herencia estructural y cultural.

Luego con el triunfo de la Revolución, en un sistema sociocultural supuestamente libre de diferenciaciones cardinales, sin minorías étnicas o lingüísticas, con alto grado de integración social, donde la igualdad de razas está avalado por la ley; ha prevalecido la idea de que la sociedad cubana es una de las más homogéneas de América latina.

Sin tener en cuenta, que en Cuba se desplegó uno de los sistemas esclavistas más importantes del siglo XIX, cuya abolición definitiva, la penúltima de América, no se produjo hasta 1886.

Y el que se hayan elaborado diferentes hipótesis para explicar esta paradoja: (Que la esclavitud hispano-lusitana fue más benevolente que la anglosajona, y favoreció el mestizaje y las relaciones de tipo patriarcal, conllevando a una mayor y más flexible comunicación entre amos y esclavos. Que el proceso emancipatorio cubano unió en la independencia nacional, a diferentes grupos, en un ejército multirracial y multiclasista. Y esté extendida la idea, entre los académicos cubanos, que el fenómeno racial es una resultante de la explotación de clases y por tanto al desaparecer éstas, se esfumarían la discriminación y el prejuicio en la sociedad cubana). Son argumentos insuficientes.
Además, los atributos pertenecientes a la conciencia y las relaciones sociales son muy difíciles de variar. Según el propio Marxismo, incluso después de transformar la base económica, las fuerzas productivas y las relaciones de producción; y haber ocurrido el paso de una Formación Económico Social a otra; estos procesos, de naturaleza psíquica, donde prima la mentalidad del individuo y todo el contenido complejo de su personalidad, requieren un período de tiempo prolongado para su evolución. Son influenciados, dependen, o están permeados por la interpretación que el sujeto haga de la realidad en que vive. Donde intervienen su historia anterior, conocimientos, prejuicios, experiencias, sentimientos, actitudes ya establecidas, etc. Un cambio en ellos y su conducta, requiere toda una nueva consecución de aprendizaje, formación, y remodelación de nuevas estructuras; para lo que se requiere también disímiles condiciones de las que hemos adolecido.

Precisamente la cercanía y extensión temporal de la esclavitud y las relaciones que implantó con ella el Colonialismo Español en Cuba, es uno de los factores que inciden en la supervivencia del racismo y la discriminación. Y reforzados durante la república definen las particularidades y matices de la integración sociorracial del pueblo cubano en la situación actual.

Estos debieron haber recibido el reconocimiento de su permanencia en la FES Socialista en Cuba. Y dentro de ellos, por su relevancia, los prejuicios y estereotipos raciales. Debieron ser aceptados y conscientizados por el estado como paso indispensable de partida para obtener una verdadera metamorfosis. Sólo la “interiorización” personal, el entendimiento de la subsistencia de los mismos, las diferentes concepciones antiguas, y comprensión de las nuevas; y analizando las múltiples aristas del problema racial; en este transcurso de “hacerlas suyas”, “propias” y no verlas como algo impuesto y ajeno, es que el sujeto puede verdaderamente “modificarse”, “ser otro hombre”.

No es convirtiendo en un “tabú”, el tema del racismo y la discriminación racial, que se revierte esta situación. Como ocurrió a partir de los primeros años de la década del sesenta, donde la producción intelectual dedicada, era escasa, o enfocaba esta problemática desde la perspectiva de uno de los grupos en interacción, o tenía un carácter eminentemente, apologético, concentrado en los avances positivos logrados en este terreno. Lo que ocultaba y falseaba la situación, y llevaba al sujeto a su desconocimiento e inconsciencia. A confiar en el deseo y esperanza de una ideología empeñada en resolver el problema sin un enfoque científico riguroso, exento de las condiciones necesarias en la base material, del suficiente desarrollo de las fuerzas productivas para cambiar determinadas condiciones de vida y propiciar su erradicación. Esta ideología sólo conducía, a proclamar determinados preceptos sociales “ideales”, implantados desde afuera, sin objetividad, sin constituirse en cimiento de una “interiorización” real en el ser humano.

Recientemente se comienza a hablar nuevamente del problema racial. Al aumentar las desigualdades asociadas con la raza y hacerse la discriminación más pública y aceptada socialmente en Cuba. Durante los años noventa, una nueva generación de intelectuales, artistas y activistas negros y mulatos comenzaron a hablar de temas raciales y a denunciar la asociación que, en la mente de muchas personas persiste, entre la negritud, el salvajismo y la criminalidad, a pesar de varias décadas de socialismo y de prácticas sociales que trataron de ser igualitarias. La idea de que esta parte de la población llamada “no blanca” y sus creencias, entre ellas la religión, actitudes y conducta van de la mano de la criminalidad y de comportamientos amorales ha persistido hasta hoy. Aunque no está claro cuán extendida está esta creencia.

Tampoco se explica pública y francamente las posibles causales, de la permanencia del racismo y la discriminación racial en Cuba, sus consecuencias, estudios realizados y los proyectos para su erradicación. La información existente es ocasional y casi nula.

Los efectos de la Revolución Cubana sobre las religiones afrocubanas, y sus vaivenes contradictorios, han contribuido también de alguna manera con el racismo. Se consideraban “rezagos del pasado”, y las políticas gubernamentales para secularizarlas mediante el folklore, se centraron en un inicio en la represión contra éstas. Después de los últimos años sesenta, veían los toques de tambor religiosos como manifestaciones de creencias atrasadas, supersticiosas, y se opusieron claramente a la difusión de las religiones afrocubanas, especialmente entre la juventud.

Después de un periodo inicial de experimentación y creatividad, el folklore afrocubano no se ofreció de forma destacada en la radio o en la televisión. El conocimiento de estas religiones continuó siendo limitado y no había cursos especializados sobre el tema en la Universidad de La Habana ni en otros centros de aprendizaje avanzados. El conocimiento de África permanece aún restringido, a pesar de la intervención de Cuba en los conflictos del continente en los años setenta y ochenta, y de la creación de instituciones cuya función es el estudio de la cultura afrocubana, como la Casa de África en La Habana.
A los esfuerzos del gobierno para erradicar lo que oficialmente se consideraba “rezagos del pasado” los practicantes respondieron escondiendo sus creencias y artefactos religiosos. Pero el renacimiento religioso de los años noventa reveló que estas religiones no habían muerto. Las religiones y otras expresiones culturales afrocubanas en las dos últimas décadas se han hecho más públicas que nunca antes en la historia de Cuba. Las personas que las practican ya llevan puestos sus símbolos en público, lo que hace apenas unos años hubiera producido considerable aprensión por parte de amplios sectores de la sociedad cubana, que consideraban estas creencias —y la música y rituales asociados a ellas— “cosas de negros”, expresiones culturales con quizás algún valor, pero ciertamente reflejo de una cultura primitiva importada de África. Nuevas formas musicales, como el hip-hop, celebran la negritud y tratan abiertamente temas sobre la raza y el racismo. Los artistas visuales exploran el significado de la cubanidad y cómo las prácticas y creencias africanas interactúan con la cultura nacional.

Esta explosión cultural y religiosa ha tenido lugar después del llamado “Periodo Especial” de Cuba. Se identifican varios factores económico-sociales y psicológicos, que dentro del mismo crearon un ambiente favorable y contribuyeron al crecimiento de la popularidad de la santería: Los “orishas resuelven”, proporcionan soluciones a problemas humanos concretos en cuestiones de salud y amor. La santería es tolerante con una amplia gama de comportamientos humanos y con la diversidad humana. Su poderoso sistema de adivinación ofrece algún grado de predictibilidad, un rasgo que era bienvenido en medio de la incertidumbre que caracterizó este período. Y no menos importante, en los años noventa, la santería llegó a ser un medio para obtener recursos, el renacimiento religioso actual y la difusión global del culto orisha hizo de la santería, una lucrativa fuente de ingresos y de intercambios económicos con el extranjero.

Por otro lado, al simpatizar el estado socialista con la cultura de los sectores populares y la clase obrera, quienes constituyeron la base social principal del gobierno revolucionario. Las orquestas de baile de la clase obrera y los cantantes de música popular negros alcanzaron niveles de exposición nacional sin precedentes. (Aunque al explorar y contrastar las políticas oficiales con las acciones y los esfuerzos de los músicos, se haya observado que con frecuencia no han coincidido. Y se conciba las artes como un punto de negociación entre los individuos —con sus antecedentes personales, intereses y opiniones— y las organizaciones oficiales). La música popular fue uno de los vehículos más importantes para la preservación y reproducción de formas culturales africanas, incluidas especialmente las religiones afrocubanas. Instituciones como el Conjunto Folklórico Nacional y el Teatro Nacional dieron a la música sagrada y a los rituales afrocubanos, una visibilidad que no habían gozado antes. El gobierno creó instituciones dedicadas a la preservación y al estudio de la cultura y folklore religioso afrocubanos.

Se plantea que la incorporación de las expresiones culturales afrocubanas en la cultura nacional por cubanos de diversos antecedentes sociales y raciales —es decir, la nacionalización de estas formas culturales— se ha inducido por el estado para hacerse con el apoyo de los sectores populares, y como un medio de afirmar el control sobre grupos sociales subordinados. Enfoque, compartido por algunos estudiosos y autores, que parece convincente. Pero un enfoque centrado en el estado o en la élite, corre el riesgo de reducir las iniciativas y las acciones de los individuos, y de los cubanos ordinarios, no necesariamente negros, que han crecido conociendo esta cultura como propia, que hablan con los orishas cuando necesitan consejos, ayuda o amor, y que bailan con una música que han considerado siempre simplemente como cubana.

Por otra parte lo que un día se juzgaba bárbaro y africano, ahora es cubano, y la santería se representa en la práctica como la religión oficial y nacional. Es más, estas religiones afrocubanas han atraído seguidores de distintas razas y uno de los efectos secundarios de las políticas revolucionarias es que ha creado una generación de practicantes mejor educados. La representación de ella como una religión de la nación cubana es, paradójicamente, un logro de la revolución cubana atea que al secularizar las religiones afrocubanas mediante el folklore tuvieron el efecto contrario, ayudaron a mantener viva la santería y a robustecerla. En vez de como se esperaba, las religiones afrocubanas se desvanecieran en un folklore secularizado, lo secular se incorporó a la creencia popular.

La cultura nacional cubana es ahora más abiertamente africana que nunca. Pero ¿Va esto a desaparecer las arraigadas asociaciones entre lo africano, y las concepciones negativas y prejuicios? y ¿Eliminará las ideas y sentimientos de racismo y la discriminación racial en las relaciones raciales en Cuba?

Bibliografía consultada:

  • La cultura afrocubana: investigaciones recientes. Alejandro de la Fuente. Universidad de Pittsburgh. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 2007, julio-diciembre, vol. LXII, No. 2, págs. 265-278.

  • Las relaciones raciales en Cuba. EcuRed. 28 de febrero de 2014

  • Racismo. Wikipedia. La enciclopedia libre.

  • Racismo. EcuRed. 19 de febrero de 2014.
  • Etnia. EcuRed. Viernes, 28 de febrero de 2014.

  • Lowell Gudmundson. La negritud en Centroamérica. Entre raza y raíces. San José: Universidad Estatal a Distancia, 2012.

  • Xenofobia. EcuRed. 28 de febrero de 2014.

  • Aimé Césaire. Acción Poética y negritud. Literatura y lingüística. No.13. Santiago 2001. Ricardo Ferrada A.