miércoles, 27 de agosto de 2008

AZULES Y PLEBEYOS.
Nada ya es importante con respecto a lo que se dice y se hace. De pronto da la impresión de estar viviendo en un país idílico para la mentira. Y de echo lo es, pues el sólo comprobar que los cubanos tenemos, por fin, derecho a la obtención de un DVD en moneda convertible, es para abstenerse, y que ya, por fin, podemos alojarnos en hoteles que antes como ahora son exclusividad para los turistas extranjeros, y que podemos, por fin, tener nuestra computadora en casa sin que nadie nos moleste y sin que a nadie le importe sobre lo que en ella escribimos, es sencillamente, una colosal y abusiva mentira.

Los que pueden comprar y gozar en Cuba de lo que en ningún país del mundo es un privilegio para nadie, algo que si hubiera beneficiaría siempre al nacional, son los mismos que hasta ahora, y desde que fueron concebidos, lo han tenido, salvo algunos campesinos que gracias al apego a la tierra y un constante batallar contra las adversidades climáticas y delictivas, se han labrado, a fuerza de trabajo, una sólida fortuna.

Pero a los que me refiero son a esos que antes como ahora el pueblo los sigue llamando los ‘’hijos de papá’’ y para los que no hay que romperse mucho el coco para saber y distinguir en la avalancha de descamisados y marginados, quienes son. Ellos sí pueden labrarse un presente sin sobresaltos y un futuro que les viene asegurado desde la cuna, algo prohibido para los que quizá, y no en pocos casos, podrían tener más capacidad y entereza, aunque no sean de familias reales ni tenga la sangre azul.

La caída del comunismo en Europa, principalmente en Rumania y la ex Unión Soviética, mostró, en bandeja de plata, la hipocresía de los más connotados defensores de la doctrina marxista. Esos que proclamaban como único antídoto para el mundo el establecimiento globalizado del socialismo real, hoy son los que poseen buena parte de las mayores riquezas del país y se han convertido en los abanderados y doctrinarios del más crudo e irreverso capitalismo monopolista al haberse zampado la mayor cantidad de bienes y despeluznar las arcas gubernamentales. Dinero que sus pueblos ayudaron a forjar para el bien común a base de sacrificio y ceguera política.

Cuba no será diferente, la mentalidad consumista del cubano le viene de la cuna. Hoy más penetrada al verse privado de lo mínimo indispensable para la subsistencia, icono que lo ha hecho relegar valores tan fundamentales como el compartimiento, la bondad y el compañerismo pleno. Hoy cada cual ala para sí, no hay tiempo ni lugar para ver la pobreza del vecino, no hay tiempo ni lugar para el justo socorro a la miseria.

Y en esta agudizante crisis de valores humanos y escasez, los únicos que salen ilesos de semejante bochorno político-social, son los mismos que ahora pueden, muchos sin haber tirado un tiro al aire, disfrutar de hoteles que desde siempre han disfrutado, comprar algo que ya poseían cuando era delito y otros artículos liberados para la población cubana. Ellos son los que mañana, como en Rumania y la ex Unión Soviética, se creerán con el derecho del control y apropiación de los bienes de la nación si el pueblo lo permitiera y no los rastreara donde quiera que se metan, algo que de seguro ocurrirá. Porque nada da más confor al alma que ver cumplida la justicia, y a los esbirros descabezados a los pies.
NO CONFUNDIR LA LECHE CON LA MAGNESIA


NO CONFUNDIR LA LECHE CON LA MAGNESIA

Lo que para algunos constituye un punto de giro en la política cubana, tales como el acceso de los cubanos a los hoteles para turistas extranjeros, la posibilidad de comprar computadoras, motos y DVD, son, ni más ni menos, que un derecho ciudadano del que hasta ahora hemos carecido y sin que para ello se necesite un documento oficialista. Derechos a los que hemos sido segregados producto de las restricciones y leyes embudos so pretexto de cualquier cosa en aras de mantener un desesperante y abusivo control con cuanta persona se identifique como ciudadano de esta Isla. Derechos que su propia creencia hace que nos sintamos estimulados cuando deja de ser tabú y lo cofundamos entonces con ese vocablo que, según mi viejo y destartalado Larousse, define como
Modificación que resulta de ello, muda, mudanza, traslado, crisis y reemplazo; y es aquí, en esta ultima accesión, donde sí estaríamos en un verídico cambio de mentalidad y apertura plena.

miércoles, 20 de agosto de 2008

TITULO; La razón de ser
Autor Manuel Aguirre Lavarrere.
(Mackandal)
Correo electrónico: makandalmm@yahoo.com

En carta dirigida al ministro de las FAR, general de ejercito Raúl Castro Ruz, y entregada de forma personal por miedo a su extravió, donde me dieron un pequeño papel como comprobante de que la misma había sido entregada y se me aseguró que fuera cual fuere el resultado obtendría respuesta, algo que no ha ocurrido a más de ciento ochenta días de ser entregada, (el plazo fue de 60),me doy a la reflexión sobre uno de los varios encontronazos que he tenido antes y después del envío de la mencionada carta, con el jefe de Programación de la Televisión Cubana, el señor Freddy, del cual olvido el apellido, aunque no lo creo necesario para esta reflexión, pues es de conocimiento probado que a los fulleros se les entra con la manga al codo.
Este señor me ha dicho que yo quiero ser líder y que por eso estoy pasando los trabajos que paso mientras que los que han cometido la violación laboral contra mi persona, gozan de buena salud, y más rozagantes que antes en sus puestos y sin que les importe el derecho ni la miseria del prójimo.
Y claro que es así, tiene que ser así en una Cuba donde cada día es menos la importancia que cobran las leyes cuando del obrero se trata, donde los sindicarlos amarillos pululan por su respeto con apego incondicional, o condicionado, a las administraciones, y donde los canales a seguir dan la impresión de los canales de Venecia, que todos dan al mar, y son cloacas. Claro que tiene que ser así. En un país los malos duermen bien; claro que tiene que ser así, como él, si algún día cometiera o se le descubre cualquier fechoría que no ponga en peligro la imagen del Estado, puede estar seguro que nada le pasará, a no ser, quizás, una amonestación como correctivo de ciencia ficción. Y es que ese es el juego, y contra un dirigente, revolucionario, nada se puede; mucho menos si éste es un militar que venga a ocupar un puesto en una entidad civil, con sus manías de pelotón atenjó.
Pero resulta que es muy fácil insultar, vejar, calumniar y burlarse de quienes no gozamos del mismo derecho de ser escuchados, y menos el de llevar nuestras quejas a una columna de los periódicos nacionales con nuestro propio eco y decir lo que pensamos. Todo ello es muy fácil cuando se goza de tales prebendas, y de autorizo de encarcelar a seres, a los que las sagradas leyes constitucionales, no les asiste, más allá, y casi nunca, de lo que conviene ser asistido en sus beneficios; y sí prestas y dispuestas para llevarlo a prisión si osara, como ellos, darlas por olvidadas. Pero como expuse en la carta mencionada., sigo adelante, consciente, de que en la búsqueda de la razón y el derecho, no habrán fronteras ni decadencia alguna; porque el pedir la restauración de la vergüenza, la restauración de la dignidad y de los derechos a que se asisten por haber nacido, valores todos inherentes y sin distingo a todo ser humano, no pueden hacerlos flaquear la flojera y la irónica verborrea de los que serian incapaces de hacer lo mismo por falta de valor, y eso que creen tener, hombría; cuando en verdad, y gracias a los privilegios y a la segregacionismo made in Cuba que los ampara y son beneficiarios, gozan , gracias al poder que poseen, del hacer valedera la mentira y envalentonar la cobardía. Pero como dije antes, esto no hace a un hombre; la hombría consiste en el tener valor para convivir con u pensamiento diferente, en el tener valor para impartir justicia, aunque ella se vuelva contra nosotros mismos. Y en el caso de Cuba, hacer patente el anhelo del apóstol, demostrando, ante todo, de que la Ley primera de la Republica, es el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre. Sólo así, tendría, si acaso, alguna razón de ser.
DEL SAGRADO DERECHO
AUTOR MANUEL AGUIRRE LAVARRERE
(MACKANDAL)
Correo electrónico:makandalmm@yahoo.com

Pasa que cuando se pierde la vergüenza, cuando la cobardía se envalentona y se hace creíble la mentira, cuando el ciudadano es atropellado, privado de sus derechos constitucionales, que hacen caso omiso al reclamo y sólo prima como estandarte la amenaza, cuando pende sobre el reclamante el encarcelamiento y está privado del derecho a la réplica en los medios informativos oficiales, los únicos permitidos en este país, ¿qué camino le queda?

Cuba, que tanto critica a otros países por estas y otras razones no inherentes a la moral de un gobierno, que se enorgullece de sus avances en los campos de la educación y la salud publica gratuita, algo, según la voz oficial es un logro único en el mundo, que consta en su haber,- y es de admirar- , con numerosas brigadas médicas y deportivas repartidas alrededor del mundo, es incapaz, en muchas ocasiones, de ponerle coto al atropello tanto físico como psicológico que sufren y han sufrido sus con nacionales por parte de cualquier engallado dirigente, o un policía que ha encontrado su plena realización en humillar a los demás, gracias a la credibilidad que da el uniforme azul y la pistola.
Este país ha sido objeto, en innúmeras ocasiones de señalamientos y acusaciones por parte de instituciones internacionales de prestigio sobre violaciones de los derechos humanos, lo que niega y reniega a mandíbula batiente reiterativamente sin sonrojo siquiera, y sin que importe el qué dirán. Y arremete el asunto echando pestes contra países como Estados Unidos, España, Australia o Israel, de ser depredadores insignes cometiendo crímenes contra la población civil. Es su verdad

Pero, ¿con qué moral se exige respeto del uno al otro cuando se han cometido, y se cometen por parte del demandante, abusos de todo tipo, y de frente a las leyes estableadas? Sobran pruebas de activistas de los Derechos Humanos presos y humillados, tanto física como psicológicamente, por el solo hecho de exponer sus verdades, por el solo echo de no estar de acuerdo con el régimen y exponer sus puntos de vista, a contracorriente y sin derecho alguno a la confrontación verbal, ni a disentir, como lo puede cualquier ciudadano del mundo donde exista verdadera democracia y transparencia ideológica, porque en eso radica el principal concepto de una ideología plena, y no en el momo.
Me sobran razones y experiencia de reiterados abusos laborales y verbales cometidos contra mi persona, la pérdida de mi puesto laboral por una simple arbitrariedad de un dirigente mangante, y venido a menos desde las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en componenda vergonzoso con la jefa de recursos humanos y su y su berreante segunda al mando; en el país que dice proclamar y llevar a vías de hechos el con todos y para el bien de todos, y otros anhelos del apóstol en cuanto a equidad sin distingo de raza, sexo, o religión; cuando se martiriza a Martí con diatribas tergiversas de su legado puro y decoroso.
En una sociedad de derecho yo hubiera tenido derecho a ser escuchado. En una sociedad de derecho me hubiera asistido el derecho de demandar a tales personajes y carearnos de tu a tu frente a un tribunal de derecho por daños y perjuicios. En una sociedad de derecho me hubiera asistido el derecho de pertenecer a un sindicato independiente en aras de hacer justicia..En una sociedad de derecho, no lo niego, también me hubiera quedado sin trabajo, y quizá, por reclamar mi derecho, hubiera tenido que enfrentar a una turba de gamberros asalariados. Pero la diferencia radica en que aquella no dice que no te bota, te alejan del trabajo; pero me hubiera asistido el derecho a la huelga y la indemnización, me hubiera asistido el derecho a disentir. Mientras que este, transparente y justo socialismo dice que ningún obrero queda desamparado, y hace todo lo contrario.


Muy poco o nada se hace, no asiste el derecho al obrero que sufre la aberración sofisticada y canalla de un dirigente chatarra y sus compinches; y se agudiza el conflicto si este hombre es un negro. nada, a no ser el despido despiadado y psicópata, cuando menos, lo que espera a quien se atreva, dentro de las leyes, a reclamar un derecho visible, algo, que por supuesto, en poco o casi nada tiene que ver con el derecho humano, porque un obrero, no es un ser humano, y a él se le pueden violar sus derechos sin que por ello se caiga en tales violaciones, cosa que, por supuesto, nunca o pocas veces llegan y se analizan en el CDH. Y donde el único derecho que me asiste, es el que me quieran dar y nunca llega, que es, una buena y decorosa manera de ser consecuente con el legado martiano.

miércoles, 13 de agosto de 2008

EN EL CENTENARIO DE UN ACONTECIMIENTO HISTORICO

EN EL CENTENARIO DE UN ACONTECIMIENTO HISTORICO
Por Manuel Aguirre Lavarrere
(Mackandal)

El siete de agosto de 1908 tuvo lugar un hecho que marcaría un precedente único en los anales de la historia en Cuba. Ello fue la creación de la Agrupación Independiente de Color que más tarde devino en el Partido Independiente de Color, con cuyo nombre pasó, tinto en sangre, a la historia cubana.

Creado por Evaristo Estenoz y Pedro Ivonnet en la calle Amargura 63 para luchar por los derechos de los afro -descendientes cubanos. Polémicas, burlas y criticas fuertes venidas de los que, creyéndose superiores por el color blanco de su piel, llevaron al negro a la más ignominiosa marginalidad después de haber salido airoso en las guerras contra el coloniaje español, y conllevando a este segmento de hombres y mujeres a anegar de sangre la tierra cubana cuando decidieron protestar airadamente en reclamo de lo que aún hoy les sigue correspondiendo.

Miles de hombres y mujeres de raza negra fueron perseguidos y abofeteados física y verbalmente hasta culminar, a beneplácito del gobierno de José Miguel Gómez en una masacre sin precedentes.

Hoy, aunque de forma distinta y sin negar algunos logros obtenidos, los afro- descendientes cubanos seguimos siendo el grupo más vulnerable en todas las variantes posibles al no cumplirse las medidas prometidas por la revolución, y que hoy ya no les interesa cumplir. Pues de lo que se dijo a lo que se hizo, y de lo que se dice a lo que se hace, es visible ver en ello su trasfondo blancuzco y un arraigo de marginalidad política y social, que sólo asumiendo el afrocubano la responsabilidad de administrar su desatino, pudiera, a mediano plazo, ver fructificare su condición de ciudadano igual.

La dependencia paternalista del estado hacia la persona ha traído un aumento de inseguridad en si mismo, que lastra la iniciativa propia y trae el trauma de no saber qué camino tomar.

Cincuenta años de partido único y el estrangulamiento a un pensamiento alternativo son suficientes para que el shock, que también tendrá que afrontar la población blanca, nunca será comparable con lo que en lo adelante y privado ya de centros cívicos como los ideados y puestos en practica por hombres como Juan René Betancourt, y carente de una economía propia y de una voz líder dispuesta a emplazar al oficialismo, y presta a encauzar hacia feliz termino, la vida del afro -descendiente en Cuba.

NEGAR LA CULPA

NEGAR LA CULPA.
Autor: Manuel Aguirre Lavarrere
(MACKANDAL)

e-mail: makandalmm@yahoo.com

Enjuiciar y hacer culpable en pleno auge del siglo veintiuno a un país extranjero de la problemática racial en Cuba, es no querer, de forma valiente, enfrentar la realidad. Tanto Esteban Morales[1], en su magnífico ensayo de publicación reciente, como ahora Gisela Arandia[2] en su artículo publicado en el diario Juventud Rebelde, hacen estallar la mayor responsabilidad de este problema, único y exclusivamente cubano, a los gobiernos de Estados Unidos acudiendo a justificaciones que no resisten un análisis riguroso.
El problema del afro-descendiente cubano se mejora o malea en Cuba y desde arriba. Hace muchos años que este país dejó de ser la habana de los ingleses, hace cincuenta años que se viene diciendo que somos libres e independientes, a diario se repite que en Cuba mandan los cubanos. Siendo así, ¿dónde está el yanqui opresor o el Monteagudo masacrador de negros?, ¿dónde Pedro Blanco el negrero?
De la misma forma que se ha visto un mejoramiento hacia los derechos de la mujer, así se ha visto un acelerado deterioro en los derechos del negro. Y de ésto en nada tienen que ver los Estados Unidos.
Mientras que para un cubano descendiente de europeo, dígase ya italiano, francés o español el conseguir la doble ciudadanía no conlleva a problema alguno y tienen derecho por lo tanto a reclamar el mismo estatus para sus descendientes hasta el segundo o tercer grado de consaguinidad, con derecho a recibir de la embajada que proceda, un estipendio anual que marca un mínimo de ciento veinte euros, suma que pesa bastante en la balanza en cuanto a nivel de vida para satisfacer necesidades básicas no alcanzables para el afrocubano y otros segmentos de la población cubana, incluyendo los descendientes de países caribeños, es decir, los negros, se ven limitados de esa doble ciudadanía sin que antes se vea involucrado en una definición política. Por lo que las embajadas se retractan, sin llegar a la concreta, alegando que existen nuevas orientaciones por parte del gobierno cubano. Estos descendientes no reciben estipendio alguno.

Exclusiones como estas son las que marcan la diferencia, pues al obrarse así se perjudica, y trae como consecuencia al afrocubano la perdida de su condición de hombre libre para convertirse en propiedad privada del estado. ¿Por qué?

Conocidos son los esfuerzos por parte de los países miembros del CARICOM[i] como la de dar a los descendientes de sus respectivos países hasta la segunda generación, es decir, hijos y nietos, la posibilidad de una doble ciudadanía con vistas a mejorar las relaciones de solidaridad y el reconocimiento a la población negra, cuya etnia, fiel a sus raíces, se ve impedida de adquirir esta oportunidad.

Con respecto a la población negra de Cuba la revolución se planteo, desde el principio mismo de su llegada al poder, un paquete de medidas que en cincuenta años ha dejado de cumplir. ¡Ah! ¡Cuan diferente hubiera sido de haberse llevado a feliz término! Pero ya hoy cualquiera se da cuenta que no les interesa cumplirlas. El negro cubano debe plantearse un camino independiente y lograr, por esfuerzo propio su bienestar. Esperar que el estado cubano los resuelva, es vivir la esperanza del idiota.
Y esta exclusión consciente de la culpa, hecha tanto por Esteban Morales como por Gisela Arandia, les abre las puertas del cielo, pero les niega la entrada al paraíso.





[1] Estreban Morales Dominguez. Desafíos de la problemática racial en Cuba, editorial La fuente viva, 2008.
[2] Gisela Arandia. Romper el silencio, periódico Juventud Rebelde, viernes 11 de julio del 2008.
La Gaceta de Cuba, 2 de mayo del 2007.

SER NEGRO EN CUBA

SER NEGRO EN CUBA.
AUTOR: MANAUEL AGUIRRE LAVARRERE
(MACKANDAL)

No, no, no estaremos satisfechos ni nunca lo estaremos hasta que el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente que no se agota.
Martin Luther King


Si bien el tema de la marginalidad del negro es un fenómeno que por su importancia en la Cuba actual, debiera estar entre los principales problemas a resolver en las agendas de los únicos que pueden dar al traste con esta bochornosa situación, y aunque en contadas ocasiones se ha avizorado que sería resuelto, lo que nos ha traído vanas esperanzas y por diversos motivos se ha dejado a un lado. A pesar de que sociólogos reconocidos y especialistas en diversas ramas han apuntado sobre el mismo, abordándolo con plena lucidez y beneficio para todos, ellos no han sido bien recibidos.
Amén de la existencia de grupos que pujan, falsa o ciertamente por la total abolición de la discriminación en la isla, personas que no son disidentes, son personalidades de la historia y la historiografía cubana con un prestigio dentro y fuera del ámbito nacional ganado a fuerza de talento y saber, muchos de ellos militantes comunistas, sin que dejen de existir extremistas que los han juzgado de personas de extrema derecha. Claro, los que así ven y juzgan no tienen el mínimo interés en el asunto y sólo se apoltronan en sus cómodos butacones ministeriales para dictar órdenes y que sean cumplidas, minando la voluntad de hacer, para todos, una patria integradora al convivir pleno de todos los cubanos.
Y es que el racismo, también se lleva en la sangre. Aunque para algunos encandilados, tanto de adentro como de afuera, no haya, porque así quieren verlo, discriminación racial con respecto a la raza menos favorecida, ahora con más pujanza que en las dos primeras décadas revolucionarias.

Ser negro en Cuba hoy es ser un marginado, cuya verdadera representatividad se encuentra al pie de los contenedores de basura, en las prisiones, por la falta de una verdadera y transparente voluntad de oportunidades, y en el hacer consciente de todos y para el bien de todos

Desde 1912, año en que ocurrió la matanza y exterminio total de los Independientes de color, que dejó muerto en los campos orientales a más de cinco mil afrocubanos, quienes no merecían ser cubanos por ser negros, según el decir de Manuel Sanguily[1], quien fuera secretario del gobierno del presidente José Miguel Gómez, y redactor del documento que daba vía libre al bárbaro acontecimiento, además de firmante entusiasta de la Enmienda Platt. Quien se opuso también a la demanda de los negros para erigir una estatua en honor a Plácido, muerto en 1844 por no ser más que un mestizo sin alma ni decoro, y un desgraciado, un abyecto delator; y quien alentó la inmigración europea por miedo a la superioridad de la raza negra, los afrocubanos sólo hemos visto falsos destellos de mejoramiento en nuestras vidas, asistiendo a una mezcolanza de razas que nos dejan por debajo, muy por debajo del arrojo a la memoria de quienes pusieron la mayor cantidad de muertos por la patria que ayudaron a forjar, y donde los seguirá poniendo, si osara protestar a favor de su mejoramiento ciudadano.

Pues para nadie es noticia que por ser los descendientes de esclavos, y portadores del color prohibido, tenemos que conformarnos con lo que sobra, y casi nunca sobra nada. Y todo ello frente a una Constitución que se ufana en decir que todos los hombres son iguales en igualdad y derechos, y ante las leyes de la republica; sólo que, si este hombre es de raza negra, ya deja de ser un igual, y entonces puede aplicársele la constitución de Napoleón, y por supuesto, excluido de la leche y las manzanas.





[1] Aline Helg, Lo que nos corresponde: La lucha de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba, Edición Imagen Contemporánea Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, La Habana, 2000, p 63-64Para ampliar, ver Sanguily, Los negros y su emancipación, en Brega de Libertad, Ministerio de Educación, Dirección de Cultura, La Habana, 1950, p192-196

CON LUZ PROPIA

CON LUZ PROPIA.

El programa Con Voz Propia de Radio Martí del día veintitrés de junio me dejó con las ganas de seguir escuchando las opiniones de sus conductoras con respecto a Barack Obama, su campaña política y el problema negro. Y sentí no tener un teléfono a mano y dar mi opinión al respecto. Mi temor es que por ser negro, se deje llevar por los cantos de sirena de aquellos gobiernos que dicen defender los derechos del negro y del ciudadano, y cometen abusos de todo tipo contra la sociedad civil y crímenes de lesa patria y de lesa integridad, como es el caso nuestro.

Por eso, con más horas de vuelo en los asuntos políticos y habiendo permanecido durante ocho años sucesivos en la Casa Blanca, constituyendo- en mi opinión-, uno de los períodos presidenciales más fructíferos y empáticos que ha tenido la nación americana, y luego de haber leído su autobiografía Historia Viva, donde pude contactar sus grandes y apetecibles valores humanos, mi voto, de poder hacerlo, favorecería a Hillary Clinton.

La histórica hazaña de Obama, constituye, llegue o no, un rotundo éxito, y muestra la buena voluntad de hacer de una nación por eliminar todo vestigio de racismo y desigualdades raciales[1]. ¿Quien podía creer aquel día 1ro de diciembre de 1955, en que Rosa Parks se negó a ceder su asiento en el autobús a un hombre blanco, que hoy, y desde hace ya algún tiempo, un hombre negro estuviera de tú a tú en la puja electoral por el máximo escaño en la Casa Blanca?
Ello sólo es posible cuando hay un pueblo, una etnia, un grupo, que no está dispuesto a dejarse mangonear, y cuando hay un gobierno que ha dejado atrás, en disímiles forma, esa manía de superioridad sólo por el color de la piel, y se muestra más justo y más humano, aunque ideólogos de tendencia socialista, sin nada que ver con la socialdemocracia que florece y fructifica en Europa, digan todo lo contrario, y con Mesa Redonda incluida.

La problemática racial es tema cotidiano en cualquier rincón de este país. El racismo en Cuba no es ciencia ficción, es una enfermedad que ha estado vigente siempre, y en los últimos años, luego de la apertura oficial al turismo, se ha disparado a niveles inquietantes abarcando todas las esferas económicas y de poder existentes en la Isla martiana, frente a un gobierno, que niega, a mandíbula batiente, una galopante realidad, como también algunas instituciones Internacionales, cuya vista no les da para apreciarlo. Pero a mi me basta con tener visión, y vivir en Cuba.
A un año y medio de un despido involuntario gracias a la feliz iniciativa de un esbirro ex coronel retirado llamado Carlos de Vernes y sus compinches Mercedes Naranjo y la tío tona María Coto, no he podido lograr que se restaure la vergüenza, haciendo justicia y aplicando lo que dictaminan las leyes laborales cuando un obrero lleva más de tres años en un puesto laboral. Yo llevaba casi nueve y jamás fui sancionado ni amonestado, jamás tuve un minuto de ausencia a mi trabajo ni problema de que avergonzarme.


Soy un hombre de piel negra que viene muy de abajo y he logrado superarme dentro de lo que me gusta. Poseo cuatro títulos de audiovisuales por cursos de Habilitación del ICR, como lo son el mayor por ciento de los productores y realizadores de la televisión cubana, y otros que ni eso, porque jamás se han preocupado por superarse, Solo que han tenido la palanca para mover el mundo. Soy productor, fui el mejor expediente de guión y dramaturgia de mi curso, soy asistente de dirección y tengo un curso de dramaturgia y dirección televisiva. Pero jamás, jamás- y ya no lo espero-, he podido estar dos minutos en una realización, lo que constituye, solamente, títulos simbólicos, como otros tantos negros, que en este organismo u otro cualquiera, tienen que estar de basureros y recogedores de laticas coca colas, porque eso es lo que nos corresponde. Ello no quiere decir que en una sociedad de derecho no hubiera enfrentado injusticias y desempleos, también existen, y no pocas veces de forma vergonzante. Pero la gran diferencia radica en que aquellos no niegan que te botan y te desemplean, mientras que éstos, los socialistas, dicen todo lo contrario con respecto a la protección del obrero, y hacen más de lo mismo, en un arrebato de sadismo y cobardía plena.




















[1] Existe una sola raza, la Humana. Las diferencias de color no constituyen, para nada, que alguien por ser blanco sea más inteligente que una persona negra o amarilla. Eso sólo ha sido el pretexto de los racistas para cometer los tantos crímenes que contra la etnia negra, india judía y otras se han cometido y siguen cometiendo algunos a través de la historia. Los primeros vestigios de vida humana se dan, científicamente ya reconocidos, en África.